29 de diciembre de 2005

NOCHES DE TERTULIA

Exquisitos sorbos viñeros
acompañan la lobura desatada.
Son lo hijos no queridos
en los vientos de la aurora
que desaparecen con el elíxir francés.
son la noches de tertulia
la esperanza del enamorado.

Somos encarnación de la desgracia,
los proyectos inconclusos
que al fin terminan su ciclo.

Corre la sangre en el crepúsculo,
mejor morir que caer.
Son metamorfosis caninas
en los montes de libros
aullido de dolor no deseado.
Son esas veladas noches
despertar de sentimientos.

Se inyecta en nuestras venas
la poética droga musical
cuando más amor necesitamos.

La pluma es ágil, de la mano
herramienta indispensable.
Son poetas nocturnos
en vísperas de muerte
los próximos en ser malditos.
Son la luna y un buen vino
el deseo para amar.

HECHIZO

¿Recuerda el primer día que hablamos?
Mis neuronas revoloteaban
como mariposas espantadas,
mi corazón se dilató
y la sangre almacenada
dejó mi cuerpo inmóvil.
Sólo pude preguntar tu nombre.
¡Sagrado nombre!

Y es que era un tonto,
lo sigo siendo cuando estamos cerca.
Tan perfecto en mente
pero tan imbécil en acción.
¿Cómo competir contra tu audacia
cuando el amor me embrutece,
sobre todo si el veneno no ha cedido?

Te imagino de paseo
por la bella ciudad barroca
y te describo con mis clásicas
palabras de romántico.
“Se realista” dice el cerebro,
“mejor de fantasía” argumenta el corazón.
Mi alma medieval compite en justa
contra tus modernos procedimientos
procurando alcanzar el punto intermedio.

¿Está ahí? ¿Puedes escucharme?
Necesito decir lo que siento,
demostrar mi cortesano amor,
pero el valor de caballero me abandona.

¿Recuerda ese día?
Yo era un niño
y tú un hada...
Desde entonces no dejo de pensar en ti.

Libros que he ledo

Libros que he leído

Aloysius Bertrand: Gaspar de la Noche (Prosa poética).
Amadís de Gaula (Novela).
Amy Tang: El Club de la Buena Estrella (Novela).
Antoine de Saint-exupéry: El Principito (Cuento/novela).
Carlos Fuentes: Gringo viejo (Novela).
Aura (Novela).
Celso Román: El Imperio de las Cinco Lunas (Novela).
C. S. Lewis: Crónicas de Narnia. El Sobrino del Mago (Novela).
     Crónicas de Narnia. El León, la Bruja y el Armario (Novela).
David Day: Enciclopedia Tolkien Ilustrada
Douglas Niles: Dragones. Dragonlance  (Novela).
Djuna Barnes: El Bosque de la Noche (Novela).
Edda Mayor (Poesía/Epopeya).
Edgar Allan Poe: Cuentos Completos 1 (Cuento).
El Cantar de los Nibelungos (Epopeya).
Emilio Zola: La Taberna (Novela).
Enrique Serna: El Seductor de la Patria  (Novela).*
Federico Gamboa: Santa (Novela).*
Félix Lope de Vega: El Caballero de Olmedo (Teatro).
Fernando de Rojas: La Celestina (Teatro).
Fiodor M. Dostoievski: Los Hermanos Karamazov (Novela). *
Gabriel García Márquez: Cien Años de Soledad (Novela).
Gérard de Nerval: Aurelia (Novela).
G. A. Bécquer: Rimas y Leyendas  (Poesía).*
Guy de Maupassant: Bola de Sebo y otros cuentos (Cuento).
Guyot Ch. y E. Wegener: Cuentos de los Vikingos. Extraídos de las antiguas sagas.
G. K. Chesterton: EL Candor del Padre Brown (Cuento).
H. G. Wells: La Guerra de los Mundos (Novela).
H. P. Lovecraft: Los Mitos de Cthulu (Cuento).
Henry James: Otra Vuelta de Tuerca (Novela).*
Henry R. Haggard: Las Minas del Rey Salomón (Novela).
Homero: Ilíada (Epopeya).*
Odisea (Epopeya).*
Honorato de Balzac: Eugenie Grandet (Novela).
Ignacio M. Altamirano: Clemencia (Novela).*
El Zarco (Novela).*
Navidad en las montañas (Novela).
Jack London: La Quimera de Oro (Cuento).
Jane Austen: Orgullo y Prejuicio (Novela).*
J. R. R. Tolkien: El Silmarillion (Novela).
El Hobbit (Novela).
El Señor de los Anillos 1. La comunidad del Anillo (Novela).
El Señor de los Anillos 2. Las Dos Torres (Novela).
El Señor de los Anillos 3. El Retorno del Rey (Novela).
Historia de la Tierra Media. Cuentos Perdidos I (Novela).
Historia de la Tierra Media. Cuentos Perdidos II (Novela).
Historia de la Tierra Media. Las Baladas de Beleriand (Poesía).
Jean Rabe: El Héroe Caído. La Saga de Dhamon. Dragonlance (Novela).
Jonathan Swift: Los Viajes de Gulliver (Novela).
José Hernández: Martín Fierro (Epopeya).*
José López Portillo y Rojas: La Parcela (Novela).*
José Luis Zarate: Quitzä y otros sitios (Cuento).
José Zorrilla: Don Juan Tenorio (Teatro).*
J. K. Rowling: Harry Potter y la Piedra Filosofal (Novela).
Harry Potter y la Cámara Secreta (Novela).
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (Novela).
Harry Potter y el Cáliz de Fuego (Novela).
Harry Potter y la Orden del Fénix (Novela).
Juan Rulfo: El llano en llamas (Cuento).
Karen Wynn Constad: Tolkien. Atlas de la Tierra Media
... La Tribu de Uno (Novela)
Lazarillo de Tormes (Novela).
Libro del Caballero Zifar (Novela).
Los mejores cuentos rusos (Cuento).
Luis Zapata: El Vampiro de la Colonia Roma (Novela).
Marcel Brion: La Fiesta de la Torre de las Ánimas (Novela).
Marco Polo: Los viajes de Marco Polo (Novela).
Mario Vargas Llosa: ¿Quién mató a Palomino Molero? (Novela).
Mark Twain: Las Aventuras de Huckleberry Finn (Novela).
Michel Ende: La Historia Interminable. (Novela)
Miguel de Unamuno: La Tía Tula (Novela).
Milan Kundera: La Insoportable Levedad del Ser (Novela).
Oscar Wilde: El Príncipe Feliz y otros cuentos (Cuento).
Patricia Highsmith: El Amigo Americano (Novela).
Pedro Ángel Palou García: Casa de la Magnolia (Novela).
Pedro Antonio de Alarcón: EL Sombrero de Tres Picos (Novela).
Popol Vuh (Epopeya).
Rafael Delgado: La Calandria (Novela).*
Robert Luis Steveson: La Isla del Tesoro (Novela).
Ronald Firbank: La Flor Pisoteada (Novela).
Rubem Fonseca: El Agujero en la Pared (Cuento).
Sagas Islandesas. Saga de Odd Flechas. Saga de Hrólf Kraki (Epopeya).
Stephen Crane: El Rojo Emblema del Valor (Novela).
Tom Sharpe: Las tribulaciones de Wilt (Novela).
Umberto Eco: El nombre de la Rosa (Novela).
Úrsula K. Le Guin: Un Mago de Terramar (Novela).
La Costa más Lejana (Novela).
Walter Scott: Ivanhoe (Novela).
William Shakespeare: El rey Lear (Teatro).
El Mercader de Venecia (Teatro).
Como gustéis (Teatro).
Visión de los Vencidos (Epopeya).

Los de asterisco (*) fueron obligatorios de la escuela.

Libros en Proceso

Ambrose Bierce: Cuento d soldados y civiles (Cuento).
Benito Pérez Galdós: Miau (Novela).
Boccaccio: El Decamerón (Cuento).
El Cantar de Roldan (Epopeya).
Jaime Torres Bidet: Obra Selecta (Poesía/narrativa/ensayo)
José Joaquín Pesado: Obra Literaria I.Miscelánea (Prosa).
Obra Literaria II. Poesía (Poesía).
Juan Pablo de Ávila: Ojos de Agua (Poesía).
J. R. R. Tolkien: Historia de la Tierra Media 4. La Formación de la Tierra Media.
Poema de Mío Cid (Epopeya).
Poesía antiguo-nórdica. Antología (siglos IX-XII) (Poesía).
Poesía Nórdica
Ovidio: Las Metamorfosis (Epopeya).
Saint-John Perse: Canto a por un equinoccio y discurso de Florencia (Prosa poética).
Snorri Sturluson: Edda Menor (Prosa/Poesía).
Stendhal: Rojo y Negro (Novela).
Xavier Velasco: Diablo Guardián (Novela)
Gabriel García Márquez: El Amor en los tiempos del Cólera
Sófocle
Eurípides
Esquilo


Libros que faltan:

Alberto Fuguet: Tinta Roja (Novela).
Augusto Monterroso: Movimiento Perpetuo
Daniel Defoe: Robinson Crusoe (Novela).
Don Juan Manuel: El Conde Lucanor
E. M. Hull: La Cautiva del Sahara (Novela).
Ernest Hemingway: Adiós a las Armas (Novela).
Fernando del Paso: Noticias del Imperio (Novela).
Francisco Martín Moreno: México Negro (Novela).
Frank Herbert: Dune (Novela).
Goethe: Fausto (Novela).
Guy Gabriel Kay: Los Mosaicos de Sarantium (Novela).
Henry James: Daisy Miller y otros relatos (Novela y cuento).
Jack London: El Llamado de la Selva (Novela).
John Steinbeck: Las Uvas de la Ira (Novela).
Jorge F. Hernández: La emperatriz de Lavapiés (Novela).
Jorge Ibargüengoitia: Los Relámpagos de Agosto (Novela).
J. R. R. Tolkien: Historia de la Tierra Media. El camino Perdido (Relatos).
Historia de la Tierra Media 5. La Caída de Númenor (Relatos).
Historia de la Tierra Media 6. El Anillo de Morgoth (Relatos).
Cuentos Inconclusos (Cuento).
El Señor de los Anillos. Apéndices
La Historia del Señor de los Anillos 1. El Retorno de la Sombra (Relatos).
La Historia del Señor de los Anillos 2. La Traición de Isengard (Relatos).
La Historia del Señor de los Anillos 3. La Guerra del Anillo (Relatos).
La Historia del Señor de los Anillos 4. El fin de la Tercera Edad (Relatos).
Los Monstruos y los críticos y otros ensayos (Ensayo).
Árbol y hoja y el poema Mitopoeia. (Relatos).
Relatos
La Lengua de los Elfos (Gramática).
Tolkien. Señor de la Tierra Media (Ensayo).
El Camino a la Tierra Media (Ensayo)
Cartas (Biografía).
Tolkien. Una Biografía
Julio Verne: Cinco Semanas en Globo (Novela).
De la Tierra a la Luna (Novela).
El Faro del Fin del Mundo (Novela).
La Vuelta al Mundo en Ochenta Días (Novela).
Miguel Strogoff (Novela).
Viaje al Centro de la Tierra (Novela).
Osip Mandelshtam:  Piedra, Trisita y otros poemas  (Poesía).
Knut Hamrun: Hambre (Novela).
Pan (Novela).
Lain Banks. Pasos sobre Cristal (Novela).
Marisol Marín del Campo: Amor y Conquista (Novela).
Roger Zelazny: El Señor de la Luz (Novela).
Truman Capote: A Sangre Fría (Novela).
Úrsula K. Le Guin: Tehanu (Novela).
William King: Matatrolls (Novela).

Estoy atrapado en Fahrenheit 451, ¿5 libros que me gustaría llevar (en orden de importancia?:El Silmarillion de J. R. R. Tolkien.
Edda Mayor.
Un Mago de Terramar  de Úrsula K. Le Guin.
La Tribu de Uno de...
Dragones. Dragonlance de Douglas Niles.
Los Viajes de Gulliver de Jonathan Swift (no hay sexto malo).
El Cantar de los Nibelungos (el de pilón).

¿Alguna vez me enamore de algún personaje de ficción?:Luthien y Arwen de Tolkien
Clemencia de Altamirano

Cuentos que te han gustado muchísimo:
El Potrillo de Por Mijaíl Sholojov
Macario de Traven
Idiotas que hablan otra lengua de Fonseca
Cualquiera de Rulfo
¿El último libro que compraste fue...?:Crónicas de Narnia. El León, la Bruja y el Armario.

¿El último libro que leíste fue...?:
El imperio de la cinco lunas de Celso Roman
¿Qué libros estás leyendo?:J. R. R. Tolkien: Historia de la Tierra Media 4. La Formación de la Tierra Media.
Xavier Velasco: Diablo Guardián
Stendhal: Rojo y Negro

¿Qué libro abandonaste y después te encanto?:
El Seductor de la Patria de  Enrique Serna.
Las Baladas de Beleriand de (por supuesto) Tolkien.
¿Qué libro quisieras leer y no lo has conseguido?:
Crónicas de la Dragonlance de  Margaret Weis y Patrick Hickman
Las Tumbas de Atuan de Úrsula K. Le Guin
Cinco libros especiales para ti:El Silmarillion
La Costa más lejana
Sagas Islandesas
Poesía Nórdica
El Cantar de los Nibelungos

¿Qué libro esperas con ansias?:Mi novela o mi poemario

¿Qué libro regalarías?:Cualquiera de los clásicos, de fantasía.

¿A quién le pasas la cadena y porqué?:

Alfredo Godínez P.: http://alfredogodinezycia.blogspot.com/ Nada más por molestarle, pues me la mandó primero. Además será mi biógrafo dentro de treinta años. Jajaja.
Adrián Mellado U.: Para que se entretenga un rato en el norte, ahora que se estará aburriendo.
Ana Line G. T.: Porque como es la única prima que medio comprende mis locuras. Si tienes dudas del porqué de mis dibujos, con checar los títulos de los libros tendrás la respuesta.
Ana G. S. O. M.: Vale la pena que sepas bien qué tan locos estamos los del grupo. Además, creo que tú también lo estás. ¡Bienvenida! ¡El que entra, ya no sale!
Andrea G. C.: Qué puedo decir de la consejera (y confesora en ocasiones) que tengo. No te olvides de mi locura.
Julieta S. M.: Yo sé que ya me atrasé con la novela, pero que hacer, andas quién sabe dónde y te olvidas de drogarme con hadas y duendes. Hay que tener material para elaborarlo. ¿Olvidas que también necesito escuchar tus consejos?
Liliana L. C. (Jarocha): Porque a todo le pone ritmo y alegría. Tal vez algo bueno saque de mis demencias.
Rosa Aurora R. D.: Porque soy un hombre sin nada que hacer y me gusta compartir lo mío con la gente que aprecio.
Viridiana C. C.: Porque también anda medio loca con la palabrería sorjuanesca, puro barroco, caray. ¡Igualmente bienvenida!




CUENTOS DESESPERADOS

CUENTO I



  • ¡No mires arriba, allá está ella!
El joven no hizo caso, alzó la vista… su corazón golpeó el pecho tratando de escapar, su respiración fue obstruida, sus ojos se tornaron rojos: ella besaba a otro.
Las últimas veces que había intentado conquistar a una chica ocurrió algo similar a lo que ahora miraba con celo. Hoy parecía repeler a las mujeres, otrora estaba rodeado de ellas.
Dio la espalda a esa imagen y sus ojos captaron los rizos rubios.

  • ¡Caramba, abundan las bellezas!
Puso atención a esas palabras, siguió con la mirada aquel cuerpo hasta desaparecer en la distancia. Pensó “A ésta sí me la ligo, si no busco a otra”.
Y repitió lo mismo hasta la muerte.



CUENTO II

Estoy sentado esperando el término de las clases, hace media hora salí de la mía, me aburro… Una mujer blanca, delgada, que viste hermosos tonos azules, pasa frente a mí. Se mueve con elegancia, mira de reojo mi persona… Suspiro al fin: “Lastima que la mujer que quiero está lejos de este lugar y no sea ésta, así mi dolor disminuiría”.
Volteo al fin, se ha ido. No importa, mi espera durará un par de meses más, después… Espero que tan sólo sean dos meses.


CUENTO III

Ves al hombre echando la hueva. Se sienta en la banca, luego en el respaldo, se pone en pie. Nada lo hace cambiar. Sus amigos lo siguen en actitud. Un trío de chicas pasan, en medio una espectacular belleza se destaca.
  • ¡Uy, que cosas pasan por este colegio! ¡Cómo no hay mujeres así aquí! ¡Maldita facultad, está de la fregada! –afirma el chico lanzando golpes al aire.

  • De verdad hay que cambiar de escuela con urgencia –escuchas decir a su compañero de la izquierda.

  • Yo los apoyo –menciona el otro-. ¿Y la mascota? –agrega mirando al primero.

  • Aquí la traigo, como siempre –lo ves sacar del bolsillo un muñeco de peluche.

  • ¿No se cansan de no hacer nada? –preguntas como compañera y amiga suya.

  • No –responden al unísono-. La verdad da una hueva, pero preferible esto a estar en mi casa. Además la cosa sería más fácil si tuviéramos vieja, pero no más no.

  • Definitivamente les traeré unos letreros que digan “chico desesperado busca novia, u hombre urgido solicita mujer”.

  • Mejor tráeme a la mujer y olvídate de los carteles –te vas. Se miran los tres, alzan los hombros y se sientan… Al rato:

  • ¡Qué hueva!


CUENTO IV

Comenzó por hablarle a la mujer, le envió cartas, le escribió poemas, hasta pensó en llevarle serenata, pero nada resultó. Buscó a otra, repitió el mismo proceso. Nada.
Cuántas veces lo intentó muy pocos lo saben. Lo ciertos es que terminó por desesperarse. En ocasiones todo marchaba bien, mas de alguna manera nunca concretaba esas relaciones. En la escuela, en su casa, el cine, las tiendas, conocía gente hasta debajo de las piedras; adultos, jóvenes, hombres, mujeres… en especial mujeres. Estaba rodeado de tantos cuando salía a pasear, pero siempre su espíritu se encontraba solo. Ansiaba una compañera.
Mas llegó un día, uno de esos tantos que poca importancia tienen para nosotros, cuando terminaba su trabajo que, estando ya oscuro, con un par de billetes en sus manos, se despidió no sin antes fijar la mirada en un rostro familiar. Al salir lo vi pensativo, pregunté por su estado.

  • Todo bien –respondió secamente. Unos segundos después agregó: -tiene bonitos ojos tu prima.

Siguieron los días. Nada para él, nada para mí. Continuó con el trabajo. La invitó al cine. Entre rizas, miradas e imágenes fantásticas un par de manos se acercaron y permanecieron juntas. Dos noche más tarde, mientras buscaba imágenes medievales, la computadora indicaba el inicio de sesión. En un minuto:

  • Ya supiste.

  • No, ¿qué cosa?

  • No te ha dicho nada tu prima.

  • No, qué pasó.

  • ¡Ya somos novios!

  • ¡Ah!

Increíble, dos semanas antes aquel hombre lamentaba el rechazo de una tipa; que no era la primera vez en negarse, ya al otro compañero rechazó antes. Y hoy, ni la sala repleta de gente, ni el olor a palomitas, ni un tumulto tratando de entrar podrían darle lo que él, mi amigo, le ofrecía… Olvidemos eso.

La prima, todavía no repuesta del acto, me platicaba cómo sucedió todo, cómo había sido tan rápida su unión que aún continuaba sorprendiéndose al recordar.

Qué sigue ahora, ellos solamente lo saben.


CUENTO V

En algún Table Dance del norte:

  • No vayas a aceptar una copa con ellas, porque van a elegir la más cara. De eso se trata esto: de sacarle al cliente el mayor dinero posible.

  • ¿Y el Privado?

  • Cuesta cien. Mmmm... estás de suerte, el taquillero dice que se puede tocar. Son cien pesos por tres canciones, aprovecha, no más no te vayas a venir, mejor que sea ella. Entonces ¿te animas?... ¿Cuál eliges?... Vaya que vale la pena.

La cabra, la cabra, la p... de la cabra...


  • ¿Qué tal?

  • De lujo, pero me dio lástima la tipa, sus ojos estaban tristes, tal vez no debí hacerlo. Mejor vamonos.

  • De veras que te pasas.


CUENTO VI

“Vine a Guadalajara porque me dijeron que aquí se perdió mi cartera”.

El camión, rojo; la ropa, negra; los asientos, uno por persona. La jornada inicia en la Terminal creciente de Guadalajara. Tras un rato de duda, los jóvenes deciden tocar tierra sin saber su ubicación. Caminan.

  • ¡Ole! –dice uno de ellos al ver pasar a una tapatía-, si así está la cola cómo estará la función.

  • ¡Definitivamente hay que vivir en esta ciudad! –continúan su trayecto.

Los chicos, dispuestos a ligar; ellas, con minifaldas y playeras ajustadas. Una risita y los suspiros volaban hasta el cielo. Todo un día de reflexión y una noche de arrepentimiento.

  • ¿No crees que deberíamos hablarle a alguna hermosa chica que pase por aquí? Digo, podríamos al menos preguntarle algo para comenzar la plática.

  • Sí –añadió su compañera-, ya se están tardando.

  • Pregúntale a esa por la ruta.

  • No, pregúntale tú.

  • ¿Y yo por qué?, hazlo tú.

  • Ya decídase alguno de los dos.

  • Te toca a ti.

  • No, yo pregunté del hotel. Mejor que pregunte ella.

  • Yo no voy a hablar por ustedes... Se está alejado, y es la más guapa que he visto hasta el momento, es serio.

  • Anda, que se va.

  • No ni madres, yo no perdí la cartera. Por tu culpa andamos así, ve tú.

  • ¡Ya se fue! Será para la otra.

Lo mismo ocurrió toda la semana, al regreso, ambos se sentaron a recordar:

  • Hombres dispuestos: dos. Mujeres disponibles: pululan hasta en las alcantarillas. Hombres en acción: ni medio. Mujeres conquistadas: menos mil.

  • Conclusión: somos una vergüenza para nuestro género.

  • ¡Cállate! No digas nada... Tienes razón.


CUENTO VII

“Cuentan que una vez un sapo descansaba tranquilo en la acera. Le gustaba ver a los autos desplazarse de un lado a otro. El sapo tenía fama de sabio y todos seguían sus consejos al pie de la letra. Mas llegó un día que, viendo la carretera como siempre, el sapo dio con una rana que avanzaba con rítmicos saltos y atravesó la calle. Sin poder resistir los encantos, el sapo olvidó todo y se lanzó en persecución de la rana sin quitar la vista de sus preciosas ancas. Y cuando estaba a punto de alcanzarla... la llanta de un coche aplastó su cabeza...”

Moraleja: No pierdas la cabeza por un culo.
Proverbio Canino (licántropo)


Esa historia siempre solía ser contada por el Hombre Lobo de la escuela, sobre todo a mí que tan embobado andaba tras una Abeja.
  • Precisamente por eso –decía- porque las abejas tienen un aguijón en el trasero. Un poco de distracción y el golpe será doble.

Las semanas transcurrieron sin novedad, hasta que viajamos a la ciudad más importante del norte. El lobo no fue, pero mi amigo el Coyote me acompañó con agrado. Debo decir que la bellaza regional impactó con demasía al pobre coyote (¡y con motivo!) que sin miramientos de ningún tipo se lanzó en persecución de las mujeres que tenía al frente. Al fin y al cabo, que podía esperar de un “coyote... cojo”.
Pero por increíble que parezca, a pesar de los enormes fracasos obtenidos en su tierra, logró ganarse a una coyotita. Todavía hoy no sé lo que pasó realmente, lo que puedo decir es que a su regreso lo único que hacía era quejarse y lamentarse y desear volver a verla.

  • Anda con cuidado –le dijo el Licántropo- no sea que te pase como al sapo. Ya ves que este hombre estuvo a punto, pero lo evitó... Si se ve menso el muchacho pero no lo es.

  • No te preocupes, yo sé lo que hago.
Ese “yo sé lo que hago” se nos quedaría grabado hasta final.

Más tarde, días más, días menos, por azares del destino, o mejor dicho del trabajo, se hizo necesaria nuestra presencia en Zacatecas (donde por cierto estaría la ahora tan famosa coyotita), pero tal era nuestro estado que no había modo de trasladarnos. Sin embargo, eso no impidió al amigo vender sus cosas y comprar el pasaje.

  • Siendo tanto tu interés –le dije- y en vista de las circunstancias, te encomendamos las transacciones correspondientes. De este modo matamos dos pájaros de un tiro: tú te encuentras con ella y de paso cumples con el deber.

  • Nada más ten cuidado con lo que digas, sobre todo si a la junta se presentan los chacales esos.

  • Descuiden, todo estará bien. Mejor cuídense ustedes de la maldita hiena que de plano yo no los puede ver ni en pintura... Nos vemos hasta el próximo lunes.

  • Si nos entendemos, eso es todo. Suerte.

  • Sólo una cosa más –aseguré- ¡No te vayas a precipitar!

  • No, no lo haré.
Ese día era miércoles, así que no tuvimos inconveniente en esperar, pero el lunes siguiente el amigo no llegó, ni el martes ni el miércoles ni el resto de la semana y nadie sabía nada. Durante la noche del domingo recibí una llamada desde la Sultana del Norte que confirmó mis sospechas. Por eso al otro día lo primero que hice fue reunir al Hombre Lobo y a la mujer que casi siempre anda con nosotros. Hable con discreción pero con firmeza:

  • ¡Ya tengo noticias: nuestro amigo coyote perdió la cabeza!

  • ¿Qué? –preguntó ella desconcertada.

  • Sí –repuso el licántropo. Enseguida contó la historia del sapo. Después de tremenda carcajada habló:

  • ¡Ah! Ya entiendo. Pero, ¿dónde está?

  • Con su coyotita –respondí.
¡Oh sí, el Coyote se precipitó!, y terminó perdido en el norte por andar buscando hembra con que entretenerse. Porque aunque regresó unos días después, sólo fue para arreglar algunos asuntos y decirnos que se marchaba definitivamente a Monterrey.


Moraleja: El que es caliente donde sea se quema.
(Sobre todo si pierde la cabeza por un culo)
Proverbio Canino (Perro-lobo)

19 de diciembre de 2005

Demente Enamorado

I


Me atrapa la literatura articulada
con sus frases de locura y discreción,
de reproche aclaratorio que divaga
durante cuatro siglos y perece;
lo hace sin la aurora protectora
que vigila las acciones.

Me atrapa y embriaga,
con su néctar agridulce
de leyes, enseñanzas
y versificada narrativa.
Se mezcla con las células
y recorre mi cuerpo
impregnándolo de sangre española.

Insisto: juegan los versos
con mis labios partidos
repitiendo en la noche
con la euforia del enamorado
el nombre etéreo aprendido
de la larga lista:
me embriaga su nombre.

Escruto en la oscuridad el movimiento
venadezco de esos ojos
y la nueva sonrisa sonrojada.
Observo y me oculto,
estoy ebrio,
mi camuflaje azul me permite divagar.

Y es que me encanta ser azul,
azul en un fondo plateado,
azul oceánico, profundo,
como el de aquella Revuelta noche.
Estoy exhausto de ser parte
de la tierra y del mar,
de ser la presa del blanco color:
su presencia.

II


Descubrí el camino tecnológico,
lo encontré amargo,
y lo adoré.
Lo adoré como el niño perdido
que soy, que aborrezco.
Lo adoré mientras más lo odiaba,
sin evocar los primeros pasos,
sin imaginar el presente perfecto
como un futuro o un pretérito imperfecto;
y comencé por idolatrarle.

Fundé mi templo en sus llamados,
en golpes y sarcasmos,
en la risa –de la risa-.
Los fundé sin olvidar paganos Dioses,
¡que su ira caiga contra mí!
No renunciaré a mi fe.

Dejé brotar mi salado llanto:
probé de nuevo el sabor
de la Soledad almacenada;
mi espíritu renunció a él.
La tormenta envolvió el pensar,
se apoderó de mi sentir.

Pedí oriental consejo
basándome en longeva sabiduría.
Mis cicatrices volvieron a sangrar
destilando mis venas arrepentimiento
vintrecino o yaznámico.
Y me encerré en la fortaleza
construida con Dolor.

Pero el cerco estaba quebrado
y las hordas blanquecinas penetraron
mientras dejaba libre al sueño.
No tenía socorro que le detuviera,
sólo la balada celta pactó conmigo.

En la noche el aullido lobezco
despertó mis sentidos
e infundió valor a mi mirada:
mis facultades recobraron vida.


III


Me siento a presenciar tus reacciones,
busco lo que no debe buscarse,
escucho la ironía vivida
acomodada con delicada elegancia
para destrozarme.
Y el placer agresivo se comprende
con una mirada cómplice
que acepta futura alegrías.

Contemplo la actuación sorda
en medio de constelaciones y aves.
Soy atacado por demonios:
mis manías, mis demencias.
Los rituales forman parte en mí,
con ellos danzo cuando es Luna Llena.

Me extraigo el órgano dador de vida
y lo despedazo en honor tuyo:
algo mejor mereces
que un podrido corazón.

Tu imagen, mis facetas de locura,
y tu razón, mi búsqueda de perfección
mal lograda, ¡decepción!
¡Soy humano que ama a divinos!

La sangre zapoteca se apodera
de mi vida, no desea más víctimas
de mestizaje, y el retoño nace
producto de marítimas batallas escandinavas
con íberos vientos mexicanizados.


IV


Y me he quedado frente a ti,
frente al aliado invisible
y la pícara doncella.
Pido con canto a la Luna que te ame,
yo mismo la haría –lo haré-
con esperanza de recobrar mi corazón herido,
de remontar rápido ríos
hasta llegar al punto de origen
donde noche y día son uno,
donde ni tú ni yo somos extraños,
sino espíritus amantes
que se besan en el ocaso.

E imploro al Sol me ames,
como el infierno que desea gobernarme,
¡ámame en estado puro!
Me atrapaste con amatista aliento
y de diamante las caricias.

Aquella noche fue inicio de mi redención
que transporta los celajes de mi vida
al crepúsculo nacido en tus palabras.
Ya puedo respirarte,
lleno mis pulmones de ti;
ya veo tu figura a mi lado.

Estamos como un par de cadáveres
dispuestos en un féretro
de artimañas y adulaciones.
¡No está mi espada!
¿Dónde quedó tu poder?
Nuestra caída será perdición del mundo,
nuestra gloria,
la gloria misma tan esperada.


V


Allá brillan las llamas de ojos,
aquí descansa el cuerpo sopesado,
revestido con las plumas reales
y las escamas recogidas.
¡Despierta Jaguar nocturno
que tu fuerza necesito!
Habré de reptar oculto en la jungla.
¡Lobura!
¡Es trastorno, es vida!
¡Mi sangre pide más vino!
Despierta mujer dormida,
las lenguas inconclusas
expresan palabras tímidas.
¡Oh Crueldad mezquina que me das Miseria!,
me permites absorber demencias.

¿Mi castigo he pagado ya
o viviré con eterna maldición?
Bífido Destino, me dejas sin rumbo,
mas tú, etérea Diosa,
riges el mío con sencillo tacto;
finalmente me hinqué a tus pies.

Deliro cuando te veo junto:
¡es que nunca desperté!,
agonizo.
No deseo caer solo,
imploro el nombre
-¡bendito nombre!-:
¡Isilme, Isilme,
sálvame Isilme!
Líbrame del Infierno.

¡Oh Demencia, a ti cedí!
Es que ya estoy loco.
No importa,
agradezco haberte conocido.
¿Has despertado el sentimiento?
Se apaga la mirada:
Desciendo al abismo nebuloso.

Si merezco morir los haré contento,
mas si de ti soy digno
permíteme extasiarme de ti:
te prefiero a cualquier vida...
Quiero perderme,
pero no a tu presencia.
Y ya muero.

11 de diciembre de 2005

Recuento de la lontananza de mi vida

Parte II
Hoy, recuerdo haber caminado hace mucho por un poblado cercano a mi hogar donde el polvo desértico se mezcla con la fuerza de un río, allí viaje y me perdí, allí conocí a un ser interno de nombre Lartis que me dio cobijo y ayuda. Mucho hacía que habita al ser, pero no fue sino hasta ese momento que logro externar su pensar. Volví a donde pertenecía: al mar. Y con ayuda de la Luna y el Viento he alcanzado el extremo opuesto del sol y el firmamento.
Ayer, un joven corría en la pista sin mirar atrás: allá estaban los perdedores. Iba de un lado a otro con la agilidad de una gacela y la cautela del felino. Daba un salto y la esfera quedaba en sus manos mientras el resto de la gente buscaba en vano el objeto, después volvía a correr y lanzaba el balón directo al aro. Desde el inicio hasta el final del juego su piernas saltaban como no lo hacían otras. Sólo él logró ganarse el respeto de los contrarios...
Mañana, la letras han hecho del pensamiento las acciones y de los brazos el ejercicio. La cálidas mañanas despiertan el espíritu interno mientras Lartis deja a la imaginación ser. La noche permite a los sentidos recrearse, al fin y al cabo el cuerpo permanece estático mientras la vista recrea las imágenes de aquello que ya no puede ser.
En el tiempo atrapado en medio del ayer y del mañana que no pertene a este día me veo tal cual era. No existe una diferencia entre el pasado y el presente, pero hay algo, en los años lejanos a mi memoria, cuando mi yo interno se unió al externo, que nada puede traerlo al presente. Es posible que no vuelva a evocarlo, pero tal vez así sea mejor.

6 de diciembre de 2005

VIRAJE

Vintreza:
La caricia de tus manos,
el susurro otoñal en la noche;
tus labios mudos de amor,
la lucha entre un encuentro de miradas.

Tú me vences,
mi ausencia te extraña.
A veces el canto del ave
sangra mi cuerpo.
¡Que termine mi martirio!

¿Dejar a las llamas crecer?
Su voz en el aire,
la nieve en ventisca,
la tormenta de invierno que abraza.

Caminar con su cuerpo en brazos,
dejar al llanto ser,
reír, jugar, correr:
virar hacia el sur
donde el fuego domina...

Yaznäm:
El volcán encendido,
furiosa la tierra tiembla.
tus ojos en los míos,
el estío interminable.

Me absorbe el desierto rojo,
se levanta de la tumba el sentimiento,
La arena vuela en mi boca.
¡que renazca mi llanto!
¿Dónde ha quedado la humedad de antaño?

¿Dejar soplar al viento?
Lluvia de estrellas cristalizadas,
la entrada al vaío,
el verano insistente:
Caer, dormir, amar.

Me libera su mirada,
dejar al alma salir...
Y me quemó;
virar al cielo...

El tacto de su cuerpo,
la flama azul en la roja nieve;
nuestros cuerpos enlazados,
esperanza y creación.
El invierno retorna en cálidos copos.