28 de diciembre de 2007

MUERTE INSTANTÁNEA

Allí estaba yo -con el alma destrozada-, cansado, triste, lleno de coraje a mí mismo.
Allí estaba ella -con el corazón radiente-, fresca, alegre, abrazada a Él.
Y allí estaba él -con ella en sus brazo-, orgulloso, enorme, burlándose de mí.

Cuando ya no pude soportarlo más me levanté, comencé a andar y crucé la calle. Pero al llegar al otro lado ella lloraba y se jalaba los cabellos. Él por su parte, tenía el rostro cubierto de miedo. Estaba blanco y no podía sostenerse en pie.
Me acerqué a ella y le pregunté qué pasaba, pero me ignoró y continuó llorando sosteniendo algo entre sus brazos que no distinguí. Entonces quise abrazarla y no pude. Y la gente comenzó a reunirse alrededor nuestro, señalando y susurrando. No sabía lo que pasaba.
Comenzó a oirse el ruido de las sirenas y las ambulancias llegaron en el acto. Los enfermeros corrieron a nosotros. Sólo entonces comprendí la verdad.
Allí estaba el auto -con las llantas lisas-, negro, pesado, con el capó y la defensa abollados.
Allí estaba Aquel -llorando también-, blanco, solo, abrio, con la billetera en la mano.
Y allí estaba yo -con el cuerpo destrozado-, rojo, frío, muerto.

20 de diciembre de 2007

I.I.I MÔRVEL, LA TIERRA CONOCIDA

Te veo, hermano, y mis ojos vuelven a llorar. Volteo la vista y la enorme pradera destroza mi alma. Miro al frente y las montañas congelan mis venas al tiempo que cierran el camino que seguimos. Tres meses llevamos avanzando hacia la blancura del norte y el frío absorbe cada milímetro de esperanza que llevamos.

Te miro, mi hermano, como lo hice aquella ocasión cuando nos dirigíamos al mismo lugar que ahora, hace ya tanto tiempo de eso. Salimos de Môngul cuando la primavera se acercaba y cruzamos El Muro seis meses después con las bestias casi a reventar. Entonces comenzó el ascenso y la oscuridad de las cavernas, el inmenso túnel que termina mil metros por encima de Lûnverg; luego hay que descender hasta la ciudad y tomar el primer navío que lleve al norte, siempre al norte, hasta encontrarnos frente al Golfo de Rôzvarg y Närvik, la Ciudad de las Torres. Ese es el rumbo que también llevamos hoy. Y ya he perdido todo sentimiento.

Y cuando la tormenta envuelve el barco y nos vemos obligados a seguir por tierra, ¿qué esperanza tenemos de llegar con vida hasta el Puerto Solitario atravesando los inmensos valles cubiertos por la nieve? Éramos jóvenes en aquel entonces, sin embargo nuestro trayecto fue terrible y casi terminamos sepultados. ¿Será que ahora podamos vencer nuestros temores? Míranos, perdidos en la Inmensidad, donde lo único existente es el Silencio Blanco que se traga mis palabras, mis suspiros, mi firmeza. ¿Quiénes somos? ¿Acaso sombras, fantasmas, o los encargados de salvar a nuestro pueblo? Lo he olvidado todo a causa del mismo viaje, primero por el valle cubierto de sangre, después las montañas terribles y ahora esto, la inmensidad blanca.
Con un poco de memoria puedo hacer a un lado el color del vacío y visualizar los de mi tierra. Puedo ver flores y ríos, y sentir su olor nuevamente, hasta que mis ojos vuelven a llorar porque toda la belleza de Môrvel se ha destruido. Antes el arco iris se encontraba en todas partes, hoy solamente en nuestro sueño; en la vigilia está la oscuridad cubierta por el escarlata de los muertos y la putrefacción.
Debemos seguir avanzando hasta sentir la brisa del mar y escuchar el sonido de las trompetas que anuncian la llegada de la noche. Debemos encontrar el puerto tallado en la roca de la montaña convertida en ciudad, una ciudad rodeada por torres inmensas y un muro tan fuerte que sólo los Kintz podrían derribar. Debemos llegar al monte que sirve de acceso a la urbe, el único por tierra, y luego caminaremos por la calles rumbo al río que cruzaremos por el puente hacia la Isla Caracol, allí veremos el palacio tan bellamente ornamentado y hablaremos con Él. El Rey-emperador de Antägriz, el Nuevo Imperio del Norte.
Nos postraremos a sus pies e imploraremos su ayuda. Le contaremos todo lo que ha pasado desde que Tûrar Naralĩnga abandonara el mundo; le diremos cuál fue su historia y por qué no debe terminar.

Olvidas, hermano, que Él es nieto del Dios y que Vintrëza, su esposa, vive en el mismo palacio; conoce la historia, por lo tanto. Sabe de la guerra y el por qué de nuestra encomienda.
Deja a un lado tus fantasmas y permite a tu caballo continuar, él sabrá a dónde dirigirse pues esta es la tierra de sus ancestros. No pienses más en la muerte porque tarde o temprano nos alcanzará. Cuando estemos frente a Él te diré otra cosa, no ahora, no en medio de la Tierra Blanca. No mientras Môrvel siga con vida y nosotros también… Mejor repítemela a mí, para que mi alma sepa que aun vive.

Te la diré, de aquí hasta alcanzar nuestra meta, para que nuestras almas olviden el frío y se calienten con el fragor de las batallas, pero tú me ayudarás a recordar...
Este es un fragmento del primer capítulo de mi novela El Resurgir de la Noche. Para saber más acerca de este texto, visita mi otro blog: http://mundogota.blogspot.com, allí conocerás otros escritos sobre Mível, el Mundo de la Gota.

12 de diciembre de 2007

Graduación

14 de diciembre

18:00 hrs.

Salón Barroco, Edificio Carolino.

Al fin la carga de créditos se terminó y estoy libre. La graduación ya está a la vuelta de la esquina. Hay invitación para todo el mundo. Y si alguno sabe dónde conseguir trajes de manta lo agradeceré mucho. También se aceptan regalos, tanto para mi festejo de graduado como por mi anterior cumpleaños, jajajaja.
Después quedan cordialmente invitados a la ceremonia religiosa en la Iglesia de la Compañía, junto al edificio Carolino. Si alguien sabe como librarse de eso también lo agradeceré.

Nota: ahora soy un desempledo más.

11 de noviembre de 2007

FECUNDIDAD

Polvo, en el suelo polvo.
Noche, en el cielo noche.
Pero en el horizonte hay luz:
la claridad va llegando.
Su venida ilumina el sendero
en medio del árido campo.

Entonces brota el mantial
y nace el viril río.
Corre, el agua corre.

La tierra fértil se llena
de polen traído de la montaña.
Ya no es povo.
Ya no es noche.
Ya no es agua.
La flor va creciendo
en el margen del río.

El viento delinea su forma.
Lleva el brillo en los ojos,
el aroma en los labios,
la suavidad en la piel.

Viste infinidad de colores
para ser observada desde lo lejos.
Su canto se oye y van llegando las nubes:
llueven alagos y ruegos.

Ella escucha y sonríe,
es coqueta la niña.
Contonea su cuerpo para seducir
hasta que al fin elige a uno.
Lo llama cuando ya el ocaso se acerca.

Desciende la niebla y la cubre,
en la oscuridad la aprisiona,
y junto al viento la sacude hasta destrozarla...
Ha dejado de ser flor.

Cada noche se repite el ritual,
pero en la mañana
el polen habrá de expandirse.

7 de septiembre de 2007

GLOSARIO (Fragmento)

Agua: Sangre del mundo.
Árbol: Pilar central del hogar.
Azul: Color sagrado, símbolo de la Realeza.
Barco: Las nubes.
Blanco: Color bendito, símbolo del amor.
Casa: Cualquier sitio en el que pueda pernoctarse.
Conciencia: Pepe grillo, jajaja.
Corazón: Órgano antivital (causa más problemas de los que arregla).
Dueño: Hacedor de beneficios.
Espejo: Portal líquido al subconciente.
Fantasía: La otra realidad, la verdadera.
Frío: Escudo del cuerpo.
Hogar: El mar.
Hombre: Virus de la Tierra.
Jefe: Mandatario elegido por unaminidad.
Lärtiz: Deidad que fastidia mucho.
Lartizmo: Religión.
Llanto: Antes el hogar. Lo que está prohibido, lo que ya no existe.
Locura: Estado de conciencia, grado máximo.
Luna: Droga máxima.
Lluvia: Remedio universal ante cualquier enfermedad o padecimiento.
Mar: El llanto.
Mujer: La paradoja del Hombre.
Mundo: La mente.
Negro: Color que representa la Fuerza.
Noche: El hogar.
Perro-lobo: Amigo y mascota. También apodo.
Poesía: Oda a la egolatría.
Realeza: Grupo de gente digna de vivir por su cualidades y aptitudes más que por su posición social.
Sol: Enemigo acérrimo de Lärtiz.
Sonata: Canto del alma.

Tomado de La vida de Lärtiz, escrito por los Herederos del Lartizmo.

31 de agosto de 2007

Evento

El día 4 de septiembre se llevará a cabo un homenaje al escritor Sergio Pitol por su trayectoria e importancia en las letras universales. El lugar es el Salón Paraninfo del Edifico Carolino de la Buap ubicado en la 4 sur, junto a la iglesia de la compañía. La hora: 17:00 horas o lo que es lo mismo a las quinta hora pasado el mediodía (5:00 pm). Este evento contará con la participación de Catedráticos y alumnos de la Buap y la Udla-p y, por supuesto, con la presencia del maestro Pitol.


LA ENTRADA ES LIBRE

AGONÍA

Espera que yo espero en la esperanza de no morir esperando, de continua vigilia y constante temor. Espera que yo espero esa levedad que me lleve... Levedad, levedad. Y esperar un momento de omnipresencia entre mi locura y tu espera. Espera y verás cómo la noche se ha apoderado de mí; espera hasta el paroxismo de mi existencia.

Eslabón del antibautismo, eso seré mientras transcurra mi espera. Alma penante apoderándose de mi cerebro, carcomiendo mi corazón, eso eres tú. Filtro de vaguedades, molino de mis pensamientos; siembra de ideas impolutas. Es otoño y la cosecha no está lista: esperar.

Cadenas en mis manos, manos que sostienen la cadena de tu indiferencia. Aspiro la levedad, expiro el peso de mis culpas, muriendo, cayendo, retornando al nacimiento del mal. Levedad y locura. Levedad en la Luna, la luna de Lartiz. Balas monocromáticas de sal, una tras otra cayendo en mi boca. Espera un poco más.

Tranquilidad en el pecho vacío llevada de palabra en palabra. Y el espacio cautivo se queja al tacto. Gravedad: estado diagnosticado al paciente de la cama 611. En su consciencia guarda el ansia de salir levitando por la ventana soltando la cadena.

Espera que yo espero: la muerte ya no tardará y serás libre.
A la memoria de un Loco.

2 de agosto de 2007

SOBREDOSIS

A allí estaba yo, viajando a una velocidad increible, viendo las casas desaparecer tras de mí. Los parque se difuminaron y pronto comencé a elevarme. Veía montañas y valles bajo mis pies, aves que planeaban junto a mí y comprendía sus cantos mientras emigraban al sur.
Y fuí siguiendolas cruzando tormentas terribles que acabaron con la vida de algunas de ellas. llegamos al mar y las olas se levantaron amenazantes formando un muro tan alto para impedirnos el paso. Una vez más logramos continuar.
Ya cuando la tierra se avistaba en el horizonte, Eolo sopló con tanta fuerza que ninguno de mis acompañastes logró sobrevivir.
Las aguas me tragaron e infinidad de animales comenzó a devorarme. Apenas logré librarme de ellos y salir a tierra cuando un terremoto partió el suelo siendo yo la victima que cayó kilómetros bajo la corteza terreste y allí, entre el ardiente magma, mi cuerpo, irremediablemente, se consumió.
Abrí los ojos, no sé qué ángel me salvó de aquel infierno. Y el blanco color de hospital cegó mis ojos. Entre las confusas voces sólo alcancé a escuchar lo siguiente:
- Lo encontramos cerca de la chimenea de sus casa. Parece ser que él causó el incendio.
- Es muy probable, a parte de las quemaduras, su cuerpo presenta dosis muy altas de diferentes drogas.

SILENCIO

Mi familia dice que soy tímido. Mis amigos que un poco reservado. Mi novia que me gusta escuchar a la gente. Los maestros que soy poco participativo.
Durante la noche veo televisión, siempre películas con subtitulos; por el día salgo a pasear por las calles cuando no estoy en la escuela. Jamás me quejo de la música que hay, ningún género me molesta. Tampoco creó que hagan mucho ruido los conductores al gritarse unos a otros cuando se pasan el semáforo en rojo o hay un accidente, es la forma en la que se expresan y tienen derecho a hacerlo.
Me gusta sentarme al frente y anotar todo lo que el maestro escribe en el pizarrón. Leo libros, muchos. Incluso me ha dado por escribir una novela. La publicaron, a todos les gustó. Los artículos en el periódico dicen que soy todo una revelación. Desgraciadamente no salió ningún comentario mío. La gente viene a mí a perdirme autógrafos que con gusto les doy. Dentró de poco me darán una beca para continuar con mis estudios. Ya hasta salí en la tele.
Por todo eso y mucho más, decidí agradecer el apoyo que me han dado desde que era tan sólo un crío: escribí en varias mantas, con letras grandes, cuántos los quiero, y las colgué por toda la ciudad. Me gustaría decirselos personalmente, pero es la única manera en que me es posible hacerlo: soy sordomudo.

19 de julio de 2007

PENAR

Quiero escribir y no puedo, deseo leer pero estoy ciego, ansio correr aunque mis huesos se quiebren, anhelo aspirar los aromas que he olvidado.
Quiero beber porque mi sangre se ha secado, pretendo escuchar bellos poemas a pesar de mi sordera, intento gritar tu nombre sin aire ni voz.
Quiero besar tus labios otra vez, procuro recordar tus caricias, espero paciente escucharte decir que me amas.
Pero de todo eso sólo me queda la espera; de nada me sirve desear ni querer si hace diez años que estoy muerto.

25 de junio de 2007

Mientras cavilo el cuerpo muere (El Cuerpo)

II
(Otoño de 1989)
Primero pediste –rogaste-, luego gritaste y por último terminaste lanzando patadas: sabías que no debías abandonar tu casa, que si salías a ese mundo algo ocurriría. No podías asegurarlo, pero una sospecha en ti te hablaba sobre el futuro.
Tu llanto se escuchó durante todo el trayecto y una vez desprendido de los brazos de tu madre sólo te quedó la Resignación… Ese Algo sucedería en cualquier momento, y para el resto de tu vida.

La furia se apoderó de ti, dio paso a la ira, la rabia, y perdiste el control de tus acciones. Sentiste la piel dura como un muro, pero poco a poco fue suavizándose para ti. Primero el puño derecho, luego el izquierdo. Tus golpes no cesaban y continuaban martirizando el cuerpo cohibido frente a ti. Querías detenerte, pero no podías, algo te impulsaba a seguir, algo ordenaba en tu lugar… voces, había voces.


- Señora, sé que es el primer día de clases, pero no podemos dejar a su hijo en esta institución puesto que es un niño muy agresivo. Tendrá que llevarlo a otro lado.
- ¿Agresivo? Pero ¿qué ha hecho para que quieran expulsarlo en su primer día?
- Se ha peleado con otro niño, uno de tercero.
- ¿Cómo está mi hijo?
- No se preocupe, está bien. De hecho él ganó la pelea, por eso no podemos permitir que se quede: es demasiado agresivo para su edad y sería una mala influencia para sus compañeros… ¡Ah, aquí está!
- ¿Te peleaste?
- Sí.
- ¿Por qué? ¿Qué pasó?
- Un niño me prestó su juguete y me puse a jugar, después llegó otro niño y me lo quiso quitar, pero como no era mío, pues lo defendí y le pegué al niño grande. Después no sé qué pasó.
- ¿Dónde está el muñeco?
Recordaste la pelea, vistes a tus puños golpear de nuevo. Y rememoraste el motivo de la riña. Miraste tus manos y abriste la derecha, allí estaba el juguete, resguardado por la justicia de tus golpes.
- Aquí, en mi mano –y mostraste tu buena obra para que el mundo la conociera y te alabara. Algo iba a pasar, algo ya había pasado. Fuiste marcado, fuiste elegido. Y la mente comenzó a fantasear.

12 de junio de 2007

LARGAS HORAS

Era la media noche cuando Raquel despertó exaltada y, guardando silencio, escuchó unos pasos que se acercaban. De manera rápida salió de su cama y tomó el arma que tenía en el cajón junto a su cama, se puso en pie y sigilosamente se dirigió a la puerta. Lo primero que hizo al salir de su cuarto fue ir a la habitación de sus hijos para asegurarse de que estuvieran a bien. Entró muy discretamente y al encender la luz… ¡un grito de horror recorrió toda la casa!: en la cama se encontraba Esteban, el mayor de sus dos hijos, totalmente ensangrentado, con sus ropas desgarradas y el cuerpo lleno de surcos. Julio, su otro hijo, no estaba en presente. Raquel notó un rastro de sangre que salía por la ventana y se asomó por ella pensando en su hijo.
La puerta se abrió. Una sombra se acercó a ella. Raquel sólo alcanzó a ver una diminuta silueta antes de ser empujada y caer por la ventana.

Melisa tocó a la puerta. Pasaba por Raquel para ir juntas al trabajo. Se imaginó que al no abrirle Raquel se había ido ya: a su amiga le gustaba la puntualidad para evitar cualquier problema que pudiera suscitarse. Así que decidió marcharse. Después de avanzar algunos pasos oyó al perro aullar, se acercó hasta donde estaba el animal y lo vio amarrado con una gruesa cadena que lo asfixiaba. Una de sus patas estaba herida; al liberarlo se fue cojeando atrás de un arbusto. Melisa lo siguió y pudo ver el cadáver de Raquel que yacía tendido sobre el pasto lleno de sangre. Llamó a la policía.
La casa estaba aislada y los agentes se encontraban haciendo las investigaciones correspondientes. Vecinos y amigos rodeaban el lugar junto a uno que otro curioso. Todos estaban desconcertados por aquel acontecimiento. Por muchos años, San Agustín había sido un pueblo tranquilo y jamás había ocurrido un asesinato, de hecho, sus habitantes siempre han sido amables unos con otros. ¿Qué fue lo que provocó esta acción tan desalmada y quién la llevaría a cabo?, se preguntaban detectives llegados de la capital al analizar a cada una de las personas que mantenían contacto con Raquel. En primer lugar, ella casi no tenía familiares allí, a excepción de su hermana, con la que se llevaba muy bien. Era viuda desde hacía tres años. La familia de Víctor, el que fuera su esposo, la trataba como una más de ellos. Había sido despedida del colegio donde trabajaba por falta de presupuesto y, desde luego, sus actuales compañeros la aceptaban alegremente. Su único problema consistía en ser hiper nerviosa, inconveniente que afectaba su vida cotidiana y el trato con sus hijos.
Los policías ya habían mandado avisos para buscar al niño de cinco años desaparecido desde la noche del asesinato. Se llegó a pensar que había sido secuestrado en venganza a Raquel, pero no encontraban ni el motivo ni la persona que pudiera haberlo hecho. Tras haber tomado un café, los policías comentaron todo lo que sabían sobre las dos muertes y se enfurecían al no encontrar respuesta alguna, pagaron y decidieron continuar con el caso.
Nadie encontraba rastro de Julio, simplemente había desaparecido. La única sospechosa que tuvieron fue la señora Diana que trabajaba con Raquel por las tardes: sólo ella tenía llaves de la casa; además sentía mucho cariño hacia Julio. Pero Diana había sido la más afectada con el suceda después de la hermana de Raquel.
Una llamada telefónica puso a todos los agentes de la policía en camino a la Avenida Emiliana Zapata No. 28. Allí encontraron los cuerpos de Jacqueline, hermana de Raquel, y César, esposo de Jacqueline, destrozados de la misma forma que Esteban. Tampoco hubo rastro del criminal.
Colocaban los cuerpos en la ambulancia para ser trasladados al anfiteatro cuando escucharon el llanto de un niño que les heló la piel. Repuestos del susto inicial y creyendo que se trataba de Julio, los oficiales entraron en la casa para buscar al niño que lloraba, aunque no lograron hallarlo. Mientras examinaban cada rincón de la casa, el llanto fue convirtiéndose en una risa burlesca, esto aumentó el temor de los policías. Luego el silencio envolvió el lugar.
Pasaron los días sin que se pudiese saber algo de Julio. A pesar de dar aviso a otras comunidades, nadie lo encontró. Las cuatro muertes ocurridas en esas largas horas no tenían respuesta ni estaban del todo claras. La policía temía que otras ocurrieran en los próximos días y no sabían que hacer. Ya habían revisado todo en las casas donde los asesinatos fueron cometidos. El lugar ahora estaba vigilado por dos policías desde hacía hora y media sin ninguna alarma.
Los dos custodios de la casa vieron salir de ella a un pequeño. Se trataba de Julio y, en su mano derecha, tenía un cuchillo. Alzó la mirada hacia los policías y señaló la habitación de la que su madre cayera, luego volvió a entrar a toda carrera. Al ingresar en la casa, los oficiales notaron las paredes llenas de sangre. Subieron por la escalera con el barandal astillado y se dirigieron a la habitación clausurada días antes. Al abrir la puerta una luz los encegueció, después vieron una sombra, dieron un grito y cayeron muertos.

Raquel se levantó de su cama alterada, al ver el reloj notó que los números brillantes marcaban las 00:00 horas. El recuerdo de la pesadilla la perturbó aún más. Trató de relajarse pensando que sólo había sido un sueño, creyó que la causa fue la pequeña discusión con sus hijos el día anterior. Al recostarse nuevamente comenzó a escuchar unos pasos que subían por la escalera. Tomó el arma del cajón y muy silenciosamente fue al cuarto de sus hijos. Esteban se encontraba allí, aunque no presentaba marca alguna, pero no tuvo tiempo para cerciorar su estado porque los pasos se acercaban más hacia ella. Nerviosa (su cuerpo temblaba), cogió el arma con la mano derecha y la puso sobre la sien y antes de encender la luz jaló del gatillo. Los pasos se detuvieron al oír el sonido producido por el arma, luego corrieron al lugar. Julio, al ver a su madre muerta, tiró el vaso de agua que llevaba en la mano.

10 de junio de 2007

Pausa Retórica

Me quedé sin poesía, no por falta de imaginación sino de tiempo. Debo confesar que el proyecto al que he dado el título de El resurgir de la noche absorve por completo mis días, además ha comenzado un periodo de mucha importancia y trabajos: he comenzado el proceso de la tan odiada tesis. Por eso he decidio limitar este blog a escritos en prosa por un tiempo no definido. Para quien se interese en el mundo creado por mi loca mente y ansioso de difundirse, puede visitar mi otro blog: http://mundogota.blogspot.com en que que encontrará escritos sobre dicho mundo. Estos textos no corresponden del todo a lo desarrolado en el proyecto, pero sirven como guía sobre el mundo y acercamiento a la obra que este loco escribano realiza actualmente.

11 de mayo de 2007

Mientras cavilo el cuerpo muere (El Cuerpo, parte 1)

I
(1986)

- Cuchi cuchi cuhi
Tu risa estaba cargada de ternura; tu mirada, llena de alegría y esperanza.
- Su hijo está precioso
- Qué bonito, a ver chiquito, a ver.
- Míralo, qué güerito está. Está bien bonito.
El amo de las fiestas, el señor de halagos. Pero también de las envidias, la discordia.
- De seguro es de otro. A lo mejor engaña a su marido.

Te molestaron esos comentarios. La verdad estaba en tu sangre, no en sus palabras. Y miraste con recelo a aquellos que te despreciaron desde el principio. Un día serías grande -ambos lo seríamos- y demostrarías quién eres.

Pero la perfección no era parte de ti: tus ojos se tornaron blancos, la sonrisa desapareció para convertirse en una mueca de agonía, al grácil movimiento de las manos se desvaneció y tu cuerpo quedó colgando en los brazos de tu madre. No había respiración. No era blanca tu piel, sino morada.


- ¡Se muere, mi hijo se muere!

Pero no moriste. Tu deseo por la vida era enorme, terriblemente enorme. Recuperaste el color, la fuerza, la voz –un llanto que tus padres no olvidarían- y viviste, para bien o para mal, la vida te dio una segunda oportunidad. Y nací yo.

27 de abril de 2007

HAMBRE

-Debes volar y cumplir tu deber -dijo un hombre barbado al que no reconocí.
-¿Y cuál es mi deber? -pregunté inquisitivo.
-Comer, sólo comer.
Y desde entonces desayuno el higado de Prometeo.

OSTEOPOROSIS

La casa agrietada
con gritos se queja del muro
ante el edificio de al lado.
Su habla se pierde en el eco
de abismos infranqueables.

Nobles caciques,
demonios internos,
propagan el mal en la arteria:
el muro tiembla,
el muro llora,
el muro no quiere ser Muro.

El cielo se apiada
y le obsequia regalos:
el rayó cayó
y la tierra deshizo el cimiento.
Sin-fonía de Dolor.

El muro de hueso se vuelve sombra
se colocan pilares (esfuerzo vano)
la sombra se va…
El Silencio

Silencio

Silencio

La Casa… Silencio... Escombros... Polvo

Mientra cavilo el cuerpo muera (La Mente, Parte 6)

LI
(30-01-07)
Llegó el momento de terminar los ciclos y el mío ya casi acaba, sólo necesito dedicarme a plasmar la luna en mis letras y la tendré para siempre, ahí, en el papel, en la mente, en el corazón.


LII
(14-2-07)


La vida se llena de dolor, la mente de posibilidades, la noche de acertijos y el corazón de dudas.


LIII
(07-03-07)


La extrañeza se pone de manifiesto cuando no se puede hacer huracán lo que por ley sólo es marea. Así el viento y la luna contribuyen a su flujo y no al cambio.

No lamentes demasiado, siempre en la guerra se pierde.

Al menos la razón aún sigue en mí. Pero la traición continúa a mi alrededor.


LIV
(19-03-07)


Dolor se llama; Dolor aquello que gobierna. Arriba el cuerpo, abajo, por dentro, el DOLOR: desde la más pequeña célula hasta la piel recubierta de escamas.


LV
(24-03-07)


El temblor mueve incluso los cielos. Y cuando todo se revuelve, hasta la luna llega a opacarse por tanta tierra obstruyendo el aire. Pensabas que el Viento gobernaba… y olvidaste que naciste de la Tierra y el Mar. Soy Agua, un Cazador, y he vencido, pero aún tengo muchas trampas que vencer.

Si el campo está vacío, yo lo sembraré; si el cielo está oscuro, yo seré la luz; si el mar está calmado, yo produciré una tormenta. Yo Soy, y eso me basta para ser.


LVI
(28-03-07)


Pero siempre hay caos, y hoy se presenta otra vez. Si tenía la fuerza la he perdido en algún momento sin darme cuenta. Yo no he hecho nada, no soy culpable de tus fracasos. No es fracaso, es Caos, desestabilizad en mi mente… tal vez los demonios que pugnan por salir de su prisión, tal vez mi corazón agitado que golpea a la mente, tal vez soy yo autocastigándome.


LVII
(30-03-07)


Aquí respiro, aunque es mejor dejar de hacerlo, y renuevo unos votos ya olvidados, en medio de la multitud. Entonces sé que no es la mente la que muere, sino la sangre en mí. Dolor que va matando poco a poco, evitando las sospechas para abrirse camino. Pero lo he descubierto… y ya es tarde.

Nunca es tarde, nunca vaciló la mente. Fue simple cuestión de perspectiva. Ahora ya logras comprenderme.

Entonces por qué sigo cavilando, por qué no me hago cargo del cuerpo que se cae, se marchita. Fue un error mirar el cielo y enamorarme de la Luna, debí mirar el suelo y creer en las criaturas que allí se mueven. Ellas me miraron, mas yo estaba ciego…

¿Te he mentido alguna vez? ¡No!, porque siempre supe lo que sucedía, y te lo dije. Pero tú no quisiste escuchar y ahora no te crees capaz de remediarlo. La Noche me ha envuelto. Hay un camino, sólo uno, yo puedo guiarte. ¿Alguna trampa? Ninguna, tan sólo necesitas esfuerzo, progresivo esfuerzo mental que absorberá por completo tu ser. ¿Y el cazador? No nos necesita, sabe cuidarse. Condúceme, pero antes permíteme realizar el último acto en el aire.


LVIII
(09-04-07)

¿Se requiere tanto tiempo para ese acto?

Paciencia, amigo, paciencia. Aguarda y lo verás.


LIX
(20-04-07)


¡Traición! ¡Traición justo cuando más necesitaba ayuda!


LX
(25-04-07)


Hecho está el trabajo, ahora todo depende de qué corriente tenga más fuerza. ¿Puedo saber en qué consiste? No, lo verás más tarde. Ahora sí, a mirar el cuerpo como debió ser. A volver desde el principio.

¿Volver desde el inicio? Eso ¿en qué nos ayudará? Déjame guiarte y todo quedará resuelto.

¡No! debo conocer el origen del mal si quiero vencerlo. Al comienzo, cuando aquello que me mata por dentro se originó…

¡Atrás; atrás en el tiempo; atrás en el espacio y el tiempo; atrás, retrocede, en el espacio y el tiempo que nos rodea; atrás con todo: las voces, los demonios, el cazador, el cuerpo, la mente, tú, yo…!

10 de abril de 2007

¿PUEDE HABLAR EL ESPEJO?

¿Puede hablar el espejo?

¡El espejo puede hablar!

El espejo te mirará cada mañana,
inquisitivo,
te mirará con el ojo profundo, inteligente,
- ¡el tuyo!
te mirará con el ojo azul oscuro, cálido:
¿Eres puro?
¿Eres fiel?

Digte, 1893


He estado ausente de este blog por cuestiones escolares, y tal vez lo esté un poco más, pero para evitar el aburrimiento he colocado aquí un poema del noruego Sigbjorn Obstfelder con la esperanza de que agradará a quien lo lea. Espero pronto poder colocar algo propio.

9 de marzo de 2007

DIAMANTES


Antes de la vida se encontraba el vacío, la Nada. Un vacío intemporal y absoluto. No había nada nunca, ni mañana ni noche, ni vida ni muerte. La memoria no existía al igual que el tiempo. Todo, o al menos el vacío, estaban allí desde siempre –por un largo período o tan sólo un instante-, ¿quién podría saberlo si era el vacío la Nada, total y majestuosa, una nada que no puede medirse ni contarse? Un espacio… ¡No! Era nada. Ni color ni forma, ¡Nada!

Neo despertó entonces al mismo instante que Bao: la Vida comenzó en aquel momento. Sólo dos seres habitaron y poblaron el universo que nacía (se llamó Universo al espacio que ocuparon, al principio poco, después mucho, por último terminó expandiéndose sin fin). Lo que alguna vez fue el Vacío ahora se dividía en dos partes: Neo en un lado y Bao en el otro. Asó dio inicio el Tiempo, la Historia…

Eran hijos de Zeid, el Único, el ser creador de todo. Algo o alguien presente, existente desde siempre, incluso en el vacío, Él era el Vacío. Allá estaba, ahí lo vieron Neo y Bao, escribiendo en un libro -¿o él había tomado forma de libro?- que tenía tan sólo unos caracteres en la primera página. Zeid los vio y sonrió, dejó a un lado el libro, abierto, flotando, y los llamó con su mano zurda. ¿Acaso tenía forma? La adquirió cuando lo vieron, más después de agitar la mano desapareció junto con el libro.

- Haced vuestra voluntad –les dijo a los hermanos, sorprendidos al no saber lo que emitía la voz. Solamente el Negro y el Blanco existían en el universo: ellos. Eran dos colores uniformes que poblaban -o cubrían- la mitad del espacio cada uno de ellos. Neo tuvo miedo, pero Bao quiso jugar. Forcejearon, circularon, bailaron, se mezclaron. Neo quedó cubierto por fragmentos de Bao y viceversa: un negro con manchas blancas o un blanco con manchas negras, nadie, ni ellos, supo quién dominaba. Los juegos continuaron así por mucho tiempo, cada cambio de posición les indicaba una nueva era; tardaron tanto que ningún reloj hubiera podidos cronometrarlos, su tiempo era eterno.

Terminaron separados en una enorme cantidad de trozos cada uno. Pequeños Baos y Neos revoloteaban por allí. Pero los juegos entre ellos los aburrió pronto y buscaron nuevas formas, contenidos y estados. Bao formó esferas solidificadas y jugó con ellas: reo materia nueva, sólida. Neo en cambio continuó como siempre pero más partículas de él se desprendieron y el universo cambió: el espacio tenía figuras sólidas y gaseosas paseando por todos lados. Algunas eran enormes, otras, diminutas, parecían estar vivos y muertos al mismo tiempo. El espacio tomaba mayor forma. Entre más rápido creaban objetos, mayor era su aplicación. En poco tiempo hubo que esquivarlos; Blancos y Negros jugueteando en el universo hacían que Neo y Bao dirigieran sus pensamientos a una nueva forma de diversión: confrontarlos. ¿Podrían destruir aquellas masas? ¿Existía algo más además de crear? ¿La energía (porque energía era todo lo que hacían) se expandiría para formar nueva materia? ¿Qué eran energía y materia?

Al llegar a esa pregunta tanto Neo como Bao permanecieron en silencio. Ninguno se había preguntado tanto antes: conocía las palabras, hablaban y colocaban nombres a sus creaciones, empero, ¿qué eran ellos? Jamás lo habían pensado. Enorme cantidad de eones habían transcurrido, fueron edades tan extensas que nadie podría imaginarlas, y sin embargo tan cortas para ellos que las consideraron como partes insignificantes de su vida. Pero el hecho de pasar ese tiempo en la ignorancia de no saber quiénes eran o qué eran les comenzó a pesar en aquel momento. Sin pensarlo dos veces fueron en busca de su padre, el Único, allá al vacío donde creyeron podrían encontrarlo, pero no estaba y sus preguntas no fueron respondidas.

Sus juegos cesaron, sus invenciones fueron olvidadas, algunas destruidas. Cada uno permaneció inmóvil, sin concentrarse en nada más que su origen. Su pensamiento pronto entristeció y dejaron de hacer cualquier cosa. Ya el universo ensombrecido parecía sin vida, casi como el mismo vacío. Los objetos allí se borraron. Toda una edad transcurrió en ese estado. De pronto, una voz interrumpió la monotonía del espacio y resonó a través de todo lo existente:
- ¿Por qué ya no jugáis? ¿Qué ha pasado para que dejéis de divertirse? –Neo y Bao miraron a todos lados. Las palabras volvieron a repetirse una y otra vez hasta que Bao habló.
- No sabemos quiénes somos, ni de qué estamos hechos; no sabemos nuestro origen, por lo tanto nada podría interesarnos más que eso, ¿sabes tú algo?
- Vosotros conocéis las palabras, vos crearon los nombres. Hagan lo mismo con su persona: dense un nombre y tendrán un origen.
- ¡Nómbranos tú! –aventuró Neo-. Nosotros podríamos equivocarnos.
- Los he creado para que vosotros decidáis solos, mas, si no pueden darse un nombre lo haré Yo, pero será lo único que haga. Os llamaréis Bao y Neo, Formador y Creador.
- ¿De qué estamos hechos? –preguntó Bao.
Zeid se acercó y les habló. Nadie sabe las palabras que intercambiaron a continuación, pues aunque la conversación duró mucho tiempo, nadie existía aparte de ellos. Al final el Universo volvió a cobrar vida y los juegos del Negro y el Blanco empezaron una vez más.

En esta ocasión crearon más cosas y se expandieron más. Una idea cruzó la mente de Bao y trabajó en silencio y secretamente. Los eones avanzaron; ya el universo era hermoso. Como ellos jamás dormían todo se mantenía igual, sin embargo, Neo, mientras jugaba, se percató de que algo más se movía aparte de ellos en el espacio.
- ¡Bao, Bao! –llamó Neo sorprendido-. Mira allí, te das cuenta. Nuestro padre ha creado a nuestros hermanos. Podemos enseñarles y jugaremos todos. –Pero Blanco callaba.
- No hablas, qué pasa, qué dices. ¿No crees que es maravilloso?
- No son hijos de Padre –habló Bao pensativo. Su voz se llenaba de regocijo, pero hablaba calmadamente-. No los creó él porque no quería hacerlo… ¡He sido yo! Son obra mía, la más grande. Son Vida. Ahora podré crear otros y nos acompañarán en los juegos y la risa, en la danza y la música. Serán como nosotros.

Neo guardó silencio, había sido traicionado. Pensaba en las palabras de su hermano. ¿Por qué nada sabía de ellos? ¿Por qué no fue él su creador? Entonces se enojó, no pudo soportar aquello y huyó, se fue a una orilla del universo contrayéndose e impidió que Bao lo siguiera. Ahora todo era blanco.

El universo, ya tornado en blanco, presenció la aparición de otros seres: Colores, así los llamó Bao, y les puso nombre a cada uno: Azul, Verde, Amarillo, Naranja, Rojo, Violeta y Morado. Les enseñó lo que sabía y pronto todos jugaron. Nuevas formas aparecieron, nuevos nombres se designaron. Los Colores empezaron a mezclarse entre ellos y nuevo seres aparecieron, sin embargo, Bao les prohibió acercarse al vacío y nada les dijo de Neo. Mucho tiempo pasó, pero Bao ya no estaba solo.

Los objetos tomaron un aire distinto, los colores parecían darles más vida. Las Estrellas fueron las más bellas de sus creaciones. Mas el Universo estuvo sin Neo hasta que algunos de ellos lo vieron al desobedecer la orden de Bao. Los demás se acercaron para mirarlo, pero sólo Azul se atrevió a hablarle. Lo llamó Segundo Padre después de conocerlo y quiso ser su amigo. Neo lo ignoró, pero al final la insistencia de Azul fue más poderosa.

Aquella acción hizo que el coraje de Neo disminuyera y éste accedió a regresar al centro del universo. Los Colores se sorprendieron al verlo, algunos tuvieron miedo y buscaron a Bao para refugiarse, otros se maravillaron y se acercaron al Creador. Negro les enseñó las partículas, los gases y la velocidad, pero en su mente había algo diferente, lo guardaba: él también había creado vida. Reunió a todo una vez hubo tomado la forma de una esfera y habló:
- Bao os ha dado la vida, por eso son sus hijos. Ahora es tiempo de presentar a los míos, recíbanlos como a sus iguales y enséñenles lo que saben.
La esfera se abrió y de ella emanaron seres distintos, no eran sólido, ni gaseosos, ni líquidos, ni ninguna de las cosas que conocían; no tenían color alguno que los diferenciara. Se movían como espantados y perdidos buscando algo sin saber qué.
- Me alegra tu decisión –dijo Bao-. Ahora volveremos a convivir como antes. Pero, dime, ¿qué son ellos? ¿Cómo se llaman?
- Ellos son como nosotros, están hechos de lo mismo, piensan igual y toman nuestra forma: son energía pura, Esencia.
- ¿Energía pura? –preguntaron los Colores-. ¿Nosotros también somos energía? ¿Por qué ellos son distintos?
- Porque la diferencia que existe entre Blanco y Yo se ha manifestado en nuestras obras. Vosotros tenéis su energía y ellos la mía.
- ¿Cómo los llamáis?- insistió Bao.
- He pensado mucho en su nombre. He querido darles uno que demuestre su poder y grandeza… Nada era suficiente.
- ¿Cuál es ese nombre poderoso?
- A ellos se les conocerá y llamará desde ahora… ¡Diamantes!

20 de febrero de 2007

I

Al renacer me maldijeron,
y la condena fue mil veces peor que el pecado.

II

Destruí una religión y profesé otra,
lo hice todo,
pero nada consiguió mi redención.

Luego injurié a mis captores
mientras renegaba de la nueva fe
que me impusieron.

Mi calma la encontré en el cielo,
de noche,
cuando apartaba la niebla de mis ojos.

III

Entonces vi el decaimiento de mi estirpe
y odié el vago rumbo
que me hicieron seguir.
O tal vez fue el delirio
el que me incitó a caminar por los infiernos
para ver la clase de seres que hemos llegado a ser.

IV

En el afán de corregir mis males
escuché el dogma del verbo amar
y pensé en un modo de salvarme.

Me enamoré de un emblema lunar
y del vuelo nocturno,
primero del vuelo,
después del emblema.
Mas el día se ha empeñado en cegarme
alejando cada cosa de mí.

¡Maldito el día que fui condenado!
¡Maldita la hora de mi pesar!

V

En la búsqueda de libertad encontré desgracia
y una larga lista de pretextos mal pensados.
De nada me ha servido el sacrificio
si soy cual purgatorio en la espera de una solución.

VI

La materia gris grita,
pero ni los montes ni la luna escuchan.
Y la materia roja se desprende
porque no desea la desgracia que me envuelve.


VII

Al ver el destino de mi raza me pregunté:
¿Será que estamos todos condenados al no-amor?
¿O es sólo el orgullo,
cruel amigo de los hombres,
el que prohíbe una elección sana?
¿Hasta dónde llega el verbo y dónde el dolor da inicio?

VIII

No encontré respuestas.
Y al recordar mi vida, mi maldición,
un diluvio eterno se apoderó de mi rostro.

6 de febrero de 2007

ALBA SIN COLOR

El ocaso es renacimiento:
cuando la luz del orbe aparece
la sombra se apodera y somos nosotros,
luego la sombra es expulsada y somos otros.

La luna refleja la pupila café,
luna gemela rellena de néctar
que se va vaciando a cada toque…
casi ya no queda nada,
Nada

El café es perfume de mis labios con el beso…
El músico toca el violín
con notas rojas escurriendo por su cuerpo.
Se enciende la luz
y está el brazo señalando la nube,
sombra de la luna.

Mira el brillo en las olas,
la canción fue robada por el pirata amante:
con un ojo observa el mundo,
con el otro, cerrado siempre,
roba el néctar dirigiendo sus manos
con sensible movimiento sobre la arena.

Un gitano se descubre el rostro,
gitano bucanero, hijo de la soledad,
y ya no hay sombra,
ni pirata ni amante,
ni luna ni violín.
Está la noche
y el cuerpo ardiente ahora se desborda,
se esparce y somos uno.

Noche de fantasmas cuerpos que se tocan,
noche oscurecida por murciélagos sin casa.
Pasa la luna una y otra vez,
y su casa en tinieblas está repleta de miel.

Y el viento sopla
y cada uno es su sombra.

4 de febrero de 2007

CABALGATA

El valeroso guerrero
quiere asistir a la asamblea de espadas.
Se apresura en corceles del mar
hasta alcanzar nueva tierra.

El Jarl reúne a sus hombres,
nueve berseker le acompañan,
de todas las tierras llegan soldados,
los caballeros se están preparando
con sangre, con fuego, con furia.

El señor de metales
maneja el martillo y el yunque,
con pesados golpes moldea el hierro.
Forja, forja,
el techo del combate,
forja, forja,
la ogra del casco.

Rezan a Thor, hijo del Dios tuerto,
le piden valor y victoria.
Forja, forja,
el herrero no termina el trabajo,
forja, forja,
la espada de reyes.

Al frente el enemigo espera,
la caballería será la primera en embestir.
La cota de malla protege
mientras la vara de la ira golpea.
Arrojan la lanza, disparan la espina.

Cabalgan, cabalgan,
guerreros de Jarlar poderosos,
cabalgan, cabalgan,
quieren morar en el Ásgard.

30 de enero de 2007

Mientra cavilo el cuerpo muera (La Mente, Parte 5)

XLI
(23-11-06)
Y creen que pueden burlarse, pero no saben lo que les aguarda. La luna me da fuerza –aunque solamente se trate de su recuerdo.

No sigas recreando fantasías, todo es parte de nosotros. Nosotros somos el agua helada y basta un poco de luz para reaccionar. Siempre pensé en la muerte como algo transitorio, ahora sé que no existe, es parte del círculo, del vacío, de la vida que tampoco es. ¡Hasta cuándo podré cantar el comienzo de una era!


XLII
(08-12-06)

Ahí está el cielo con su red para capturar la luz nocturna y encerrarla en el vacío; ahí estoy yo para protegerla y ocultarla en mi corazón; ahí los demonios con sus lanzas picoteando mi cuerpo; ahí las voces destrozando mi cerebro; ahí la Luna con su ejército de ranas dispuesta a matar al enemigo. Y tú, mi fiel compañero, te encuentras ciego porque tu cabeza fue cercenada cuando el viento del oeste te golpeó. Ahí está el resto de la esperanza, pendiendo de un hilo que sostiene la Usurpadora con sus garras.

Pero el fin llega tal como viene el principio. Y el principio nunca deja de ser: soplo el olifante y avanzo hacia el astro mientras se encuentre completo. Y permitiste a tus manos hablar, a tu boca sonreír y a tus ojos amar. También a mis pulmones los dejé aspirar su aire, a mis dedos tocar sus manos y a mi mente confirmar que está enamorada del Brillo Nocturno. Ningún demonio puede detenerme ahora, ni siquiera tú que tanto me atormentas. Si yo intentara detenerte, ¿qué posibilidades tendría de sobrevivir a Ellos que cada vez asedian con más fuerza? Ninguna, me necesitas… y yo a ti. Empero, todavía no sé quién eres.


XLIII
(11-12-06)

Soy el ser que detestas, el que combate cuando tienes miedo, el enfermo que no sana, la Razón en medio de la Locura, o la Locura donde hay entendimiento, la neurona más débil y desgastada.

Soy Vox populi, el Caballo de Troya, el Faro de Alejandría, el Crepúsculo de los Dioses, la Serpiente que roe Ygdrássil, La Caja de Pandora, el Volcán que vigila a su amada, El Guardián de los Muertos, El Infierno de Dante, El Hierro de los Asirios, la Caída de Tenochtitlán,

Soy Dolor, Muerte, Principio, Fin, Imagen, Realidad, Espejo, Despojo.

En mí hay Fuego, Agua, Tierra y Viento por igual. El Sol de la noche y la Luna del día. El Mar de arena, el Desierto de nieve y la Sabana de agua.

Soy tú y soy Nada…


XLIV
(15-12-06)

Tú eres eso y más…

Y, ¿qué soy yo, vacío, materia, energía o recuerdo?

Eres lo que eres, lo que has nacido: El cambio, la Esencia, El Cazador de Sombras.


XLV
(19-12-06)

La impaciencia hace acto de presencia. La lista aumenta para no cometer errores mientras camino en el revés de la Luna. Y la cara pálida sonríe al acercarme y me llama. Sus manos se extienden hacía el mar donde navego, levanta mi nave y la transporta hacia el firmamento. Ahora surco las alturas rumbo al puerto lunar, allí un coro de ranas recibe mi navío.

He vencido a la figura usurpadora, he derrotado al viento del oeste, ya nada puede detenerme, avanzo sin cesar hacia ella guiado por su propio viento. El círculo se va cerrando (V-F-V-T-V-V’-V), no me importa ya la ausencia del agua, ¡porque yo soy agua!, y eso me reconforta.


XLVI
(30-12-06)
Es maravilloso observar cómo cada criatura nace y muere dentro de su propio universo, y tan sorprenderte saber que yo formo parte de todo esos mundos, que los veo, los recorro y los respiro.

En la cima se levantan imponentes castillos y en el suelo ejércitos de verde color se forman cubriendo la tierra cual alfombra en rico palacio. Están las figuras talladas a mano y los cielos terrestres y los puentes de asfalto y las casas de titanes. Pero no está ella y es lo que te hace falta, lo único que necesitas. ¡Deja esa lengua de una vez! Está ella en mi corazón y eso basta, algún día tomará la decisión de acompañarme hasta el fin del mundo donde el mar cae en un abismo interminable.

Ciclo viviente en la coraza de tierra, ciclo partido por toscas manos que lo manejan, ciclo que me devuelve a mi hogar, cerca del de ella…


XLVII
(07-01-07)

Cambio de vida, cambio de año, otro ciclo completado, otro lapso desperdiciado, una única y verdadera soledad que me acompaña en la eternidad de mi memoria. Quince los días que estoy libre de demonios, un enemigo más que he vencido, o al menos controlado. La mente fastidia al que la abandona, por eso nunca debemos permanecer inactivos.

Tanta falta me hace y un par de miradas estremecen mi cuerpo ya no de amor sino de miedo, un temor que surge de sus palabras y sus ojos, y me asfixia. Tal vez nunca pueda vencer a mi destino y permanezca solo para siempre, tal vez no supe interpretar lo que decía e imaginé fantasmas cual niño a media noche; o dejo de combatirme a mí mismo o dejo que la oportunidad se vaya… Pero esta vez no sentí ningún aire, tal vez mañana sí…

XLVIII
(17-01-07)

La falsedad se encuentra en cada uno de nosotros y nos guía ante un mundo lleno de… ¡Humanos!

La veracidad se oculta tras una máscara de hielo que protege a la Locura.

XLIX
(25-01-07)

Se ha terminado la guerra… y perdí. Apenas pude ver el golpe que perforó mi cuerpo y destruyó las dos cosas más valiosas que tenía: mi cerebro y mi corazón. Y tú pensaste que sería sencillo luchar. Es mejor dejar las cosas como están, el viento sopló fuerte, pero el agua allí estará.

Al mejor cazador se le va la presa, ¿o era liebre?

Después de todo, tu compañía no es desagradable, tal vez podamos convivir en armonía. Hacía mucho que esperaba eso de tu parte: una alianza. Puede ser que tan sólo necesite a alguien, aunque eso signifique tenerte a ti. Al fin y al cabo la soledad ha destruido todo, todo excepto a nosotros.

L
(27-01-07)

¡Demonios y más demonios! Tan sólo un par de meses dejaron el campo libre, ni Cortés se empeñó tanto en destruir a los tenochcas. ¿Es que no pueden dejarme descansar un poco? Tan pronto como soy vencido el asedio comienza y la muerte me rodea de nuevo. ¿Es cierto que a mi vida la rodea la tragedia? ¿Es verdad que nací del Dolor y el Sufrimiento? ¿Por qué si soy tan frío e insensible los golpes son tan duros? Eso se debe a tu condición de esclavo, si no te empeñaras en tareas imposibles serías dueño único de la vida y la muerte. Yo no deseo ser dueño, sólo un poco de comprensión. Nací de la Soledad y ha ella me entrego, pero, ¿podría haber una excepción, tan sólo una?

¿Podría soplar… y besarme sólo una vez?
¿Podría... amarme?

14 de enero de 2007

De Olympiadas y algo más

El acto inicia con un Apolo desperezado que cruza el cielo en su carro. Entonces un celoso Bálder insta a Darg y juntos montan la Yegua Brillante para dar alcance al Dios. Pero su movimiento provoca la ira de otros dioses que se lanzan en su persecución: va Huehuetéolt con la antorcha encendida, y Ra avanza veloz como el halcón, lo sigue un Mitra de la india, un Copijza zapoteca, Hunabku representante de los mayas, Curicaveri de los tarascos e Inti de los incas va al final. Esta competencia habrá de durar todo el día.

Pero en la Tierra inician otros juegos que divierten a las deidades. Cuando Hermes grita "Lucha cuerpo a cuerpo" se presentan Huitzilopochtli, y tras él se forman Thor, Vulcano, Gucumatz y Ganesha, pero a Anubis no lo dejaron competir por temor a su rostro. Eso provocó la ira de Geb, pero guardó silencio.

Vino entonces el turno para las mujeres, lo único que importaba era la belleza de cada una. Por lógica, Venus y Afrodita fueron las primeras en presentarse, seguras de compartir el trofeo, pero Isis se encaminó hacia ellas tomada de la mano de Kali; Ixchel, Istar y Freya fueron también, más la presencia de la deidad maya inspiró temor en los Jueces y Júpiter suspendió la competencia. Eso fue lo que desató el Caos cuando apenas iniciaban los juegos organizados en el Olimpo para olvidar un poco a los mortales.

Ares desenfundó su espada y lanzó el grito de guerra a sus sirvientes, Marte le hizo eco. Horus maltrató a Adad y Cronos golpeó a Heimdall por la espalda. Loki, furioso, tomó por sorpresa a los sumerios y liberó a Tiamat para que acabara con sus enemigos, mas el hábil movimiento de Krishna hizo que la Bestia no causara grandes daños. Lo que sí pasó fue que Ixtab se suicidó ante tal alboroto.

Al ver el desorden provocado, Ea se levantó y a grandes voces pedió calma, pero Set mordió su cuello e instó a Anubis a hacer lo mismo. El dios Chacal trajo a su legión de muertos y enfrentó a un Mictlantecúhtli furioso. Llegaron los Bacabs con Rama y juntos detuvieron a Saturno que huía transportado por Caronte. Prometeo, liberado para competir ese día, se apresuró a tomar la antorcha guardada por Huehuetéolt.

Ante el incendio Tlaloc, Cocijo, Chac e Illapa lanzaron su poder para que la lluvia cayera y restableciera todo, pero Adad, envidioso, actuó contra ellos y una tormenta se desató en medio del Olimpo. Pero eso no impidió a Minerva charlar con Atenea y el herido Ea sobre los conocimientos que cada uno de sus pueblos había adquirido, a su lado Bragi recitaba algunos poemas de escaldos famosos mientras las flechas de Artemisa silbaban en todas direcciones.

Pachamama se revolcaba con Gea y Cihuatcóatl, pero Cintéotl las apartó trayendo a Visnú de la mano, pues su esposo Siva se encontraba en el interior de una sala ajena a todo dialogando con Júpiter, Itzamná, Quetzalcóatl, Urano, Odín, Marduk y Shu, los jueces de la competencia, refugiados allí por elección de Júpiter.
Afuera Hel se entendía muy bien con Neftis. Tefnet con Xochiquetzal, Hera hacía migas con Sakti.

Ah Puch hizo de la suya, Kukulcán también melló a sus rivales. Por eso Nab apenas tuvo tiempo de llegar a su hogar y encargarle a un tal Noé la construcción de una barca. Lo mismo hicieron algunos otros dioses con sus respectivas culturas, pero Ymir y los gigantes los aplastaron a su regreso. Frey conquistó a Chalchiuhtlicue y se acostaron. Mas Tezcatlipoca los vio por medio de su espejo y dio aviso a Tlaloc, lo que enfureció más al dios.

Así que la batalla divina se prolongó más de lo debido y la tierra se inundó. Eso no le preocupaba en nada a Odín, porque mientras los demás dioses perdían a sus mejores guerreros, él mandó a las Valkirias para que los llevaran a Valhalla, así los dioses escandinavos sacaron provecho de todo el desastre. Hades también se hizo de muchas almas, sólo que el número de sus esclavos dependía de la competencia entre Nornas y Parcas. Otro que aprovechó la oportunidad fue Poseidón que rápidamente condujo a las sirenas a su morada -cupido sabe para qué porque él se quedó con las ninfas.

Pasada ya la furia inicial, los ánimos se fueron calmando poco a poco. Cuando al fin ya todos descansaban, Dionisio y Vaco salieron repletos de viandas y convidaron a los demás. Bragi volvió a cantar y los sátiros tocaron sus flautas. Se hicieron las pases, se celebraron uniones -por eso nacieron muchos hombres en la tierra- y, por último, para evitar futuros enfrentamientos, eligieron a uno entre los presentes para que reinara en el cielo y la tierra. Como muestra de buena voluntad, él envió a su hijo a los hombres, pero ellos, ignorantes de todo lo sucedido, terminaron por crucificarlo.

Amén

1 de enero de 2007

SIMA

Está la luz en el universo
y la llama contraida en tu mirada;
los astros en esa galaxia llamada Piel
y el sistema de nombre Rostro.

Están los planetas que giran
alrededor de tus labios
atraidos por la gravedad de tu belleza.
Luego el bosque de aromas,
las casas sin muros,
las urbes de gente
y tu reino: la Noche.

Está un palacio hecho de flores,
una reina que absorve el infinito
cual agujero negro.
Lo único que falta
es el caballero, ahora inmóvil,
porque sus huesos le prohiben combatir.