4 de agosto de 2008

Cristina Rivera Garza en Puebla

Favor de apartar el 14 de agosto, el motivo a continuación:


La entrada es libre, así que espero ver a todo el mundo por allá.

2 de mayo de 2008

RENCOR

Eres una diosa entre humanos
que ríes, cantas y bailas
con ritmo sensual.

El cabello al aire,
a tu rostro se adhiere;
en tu pecho reposa.
Es guardián y guerrero
que mata con sólo rozarlo.
¡Quién fuera guardián de tu templo!

Eres lira, eres flauta.
Eres arpa mortal
que toca y mata,
que mata y condena
Eres música de otro mundo.

El vestido de seda se desprende,
recorre tu muslo con parsimonia
hasta llegar al suelo.
¡Quién fuera vestido para cubrirte,
quién suelo que tocan tus pies!

Eres elixir divino
que da vida al mortal.
Eres luz en tinieblas
que invita a gozar.

Tú eres... Tú eres...
Eres la puta
que se llevó mi dinero.

21 de abril de 2008

FANTASMA

El soldado pereció sin saberlo.
Cansado como estaba, se detuvo en el camino a descansar y tomar un refrigerio. Sus pies decían fango, sus manos, muerte. Inspiró tranquilamente para tomar un último respiro antes de lanzarse de lleno al combate. Mientras dejaba escapar el aire, el ruido de la ametralladoras llegó a él con estruendo y luego las explosiones.
Pero él no se movió, permaneció tranquilo en el sitio donde estaba porque una mano se posó en su hombro y una voz le dijo que esperara. A su lado, otro soldado movía la cabeza negativamente y lo invitaba a caminar en sentido contrario a la batalla. Su misión, le dijo, había terminado y debía regresar a casa. El hombre miró a su alrededor donde todos sus demás compañeros luchaban frenéticamente, mas ninguno le prestaba atención. Ni siquiera sus superiores le impidieron el paso.
En su casa supo que la guerra había terminado y que la victoria no perteneció a ningún bando. Mas no le preocupó porque a su regreso encontró a todos aquellos amigos y famliares que había creido perdidos por la guerra que tantos años duró. Y con esperanzas renovadas de un mundo nuevo se unió a ellos y continúo con una vida pacifica por innumerables años.
* * * * *
El funeral terminó más rápido de lo esperado. Los familiares dejaron el panteón y se fueron a sus casas esparciendo lágrimas durante el camino. Entre los sollozos alcanzaron a orise algunas voces que decían «Pobre, al menos no sufrió mucho, fue muerte instantanea» «Cómo no va a morir si la explosión fue junto a él» Y los compañeros que valientemente combatieron a su lado y lo vieron morir se alejaron entre el llanto hasta perderse en la oscuridad de la noche.

20 de abril de 2008

CONCIERTO

Al llegar la noche, las estrellas enmudecieron y el público quedó atónito y descepcionado. ¿A dónde habían ido aquellas hermosas voces? ¿Qué había sido de ellas? ¿Por qué no se estaban allí después de que habían esperado tanto tiempo para escucharlas? Y miraban a todos lados esperando una respuesta a sus interrogantes sin saber lo que sucedía.
Llenos de furia al fin, los seres se levantaron y conmezaron a destruir todo lo que había a su alrededor. Desesperadas, las nubes los envolvieron y todo permaneció en tinieblas.
Cuando al fin la mañana se hizo presente y obligó a las nubes a retirarse, el escenario había desaparecido y en su lugar se encontraba la ruina y el caos. Pero nadie había allí, todos huyeron ante la fuerza de la luz solar. Y el día transcurrió sin incovenientes, mas al llegar la noche de nuevo, otra vez los seres se habían reunido esperando escuchar esta vez a las estrellas, pero nada. El silencio era absoluto.
Molesto, el sol se presentó antes de tiempo, mientras las criaturas volvían a destruirlo todo, y las castigó dándoles formas diversas y las hizo hablar, para que fueran ellas quienes cantaran y no volvieran a provocar caos nunca. Pero en el fondo él también temía por las estrellas que se habían quedado mudas.
Y fue a verlas para saber lo que pasaba, mas su sorpresa fue mayor al verlas, porque comprendió que ellas no habían enmudecido sino que eran los otros los sordos. Así que regresó y se encontró con un concierto nocturno que no tenía ritmo. Entonces ordenó a las estrellas que brillaran para que con sus luces dirigieran los sonidos de las criaturas y así hubiera armonía en el sonido. Y lo lograron: cada noche al brillar las estrellas miles de seres entonan sus cantos al ritmo de luz sin que ninguno de ellos pueda oirlo, y el concierto fue sublime.
Tanto los escuchó el sol que sintió envidia de ellos, pero era demasiado tarde para cambiar las cosas, así que ordenó a todas las criaturas diurnas que imitaran a sus compañeros de la noche. Pero en el día sólo el brillaba y su luz no tenía matices, así que los músicos tuvieron que inventar la escala musical para crear sinfonías. Pero ninguna ha sido hasta ahora tan maravillosa como la que cada noche se oye cuando brillan las estrellas.

14 de abril de 2008

LA LUZ INALCANZABLE

Cuando murió en la Luz Inalcanzable, supo que había sido el primero en llegar a ella.

Nadie sabía que era o qué había más allá, pero todos le temían. Había aparecido un día de la nada y desde entonces allí se encontraba. Desde el momento en que brilló por primera vez nadie se atrevió a mirar hacia la luz, y mucho menos acercarse a ella. El pánico que les causaba los mantuvo refugiados en sus casas por muchos años.

Los más jóvenes, que para entonces alcanzaron la edad adulta se atrevieron a ir, pero ninguno de ellos vivía para saber lo que había allí, en la luz. Así fue como cada generación un grupo de hombres salían de sus hogares para dirigirse a la luz inalcanzable, ninguno volvía, y ninguno llegaba a la meta. El resto de la gente seguía viviendo bajo la oscuridad.

Aquellos que se aventuraban a desafiar la luz iban acercándose poco a poco, y con cada grupo llegaban más cerca de ella. Después de tanto tiempo, el hombre se aproximó lo suficiente, más que ninguno otro, y llegó a la luz.

Había inventado artefactos y ropa que lo protegiera, pero al llegar ni los primeros ni los segundos fueron suficientes para la luz. Y el hombre cayó de bruces en el suelo. Abrió los ojos, y allí, junto a él, estaba la Luz Inalcanzable, él era parte de ella, y lo que vio fue más de lo que hubiera imaginado. Y supo que había llegado a ella y era el primero, pero sólo pudo disfrutarlo por unos segundos pues al instante falleció.

La Luz sigue allí, esperando quizá, pero nadie más ha sabido llegar a hasta ella.

24 de marzo de 2008

CUENTO XVII

El tiempo jugaba conmigo otra vez: tanto estar esperando la llegada a Puebla y nada, mas al ver el pinche reloj, la distancia que me parecía eterna había sido recorrida en menos tiempo del que creía. Eso me alegró, pues en verdad pensé que llegaría tarde a mi cita, y nunca se debe llegar tarde cuando se trata de una mujer.
Bárbara lleva por nombre la fémina que tuve el gusto de conocer. Y vaya que le asienta el nombre: ¡está... bárbara, buena, sabrosa; una ricura de mujer! Fue algo casual, incluso diría que hasta cómico, porque mientras todo el maldito mundo hablaba mal de mí y yo los ignoraba, ella se acercó preguntándome el motivo de esos dichos y habladurías. Y como era la última persona que esperaba se me acercara dudé al principio y no supe qué decir. Nada más verla se me turbaban los ojos, es decir, no las palabras adecuadas, al menos no por el sitio correcto. Pero al final de cuentas todo resultó bien, tanto que iba en camino a mi tercera cita con ella, quiero decir cita formal, porque ya muchas veces antes nos habíamos visto para tomar un café.
Todo eso se lo había comentado a una de mis amigas, la llaman Cara de Fuchi, por eso de que siempre anda con una mirada terrible que da miedo, pero es sólo apariencia. No está mal como mujer, de hecho de cuerpo está bien buena. Le agradó la idea de que hablara con Bárbara, es más, hasta me dio tips para intimar más con ella, tanto que incluso me expuso las formas en que le gusta a ella tratar con hombres y mujeres de una manera tan sugestiva... Al fin y al cabo me dijo que también sentía cierta atracción por Bárbara.
Y eso me llevó a pensar en Dolores, otra de mis amigas, que tampoco es fea, y que siempre ha tenido problemas en sus relaciones personales y termina desahogándose conmigo, al grado incluso llegué a pensar que podría haber algo entre nosotros. Pero no, porque conocí a Bárbara y la cosa va que vuela.

Llegué a tiempo para tomar la combi, y el pinche tráfico otra vez. Parece que el Destino no quiere que vea a la despampanante Bárbara. Desesperado, me topé con otra sorpresa: Dolores subió a la misma combi, triste como siempre. Y como bajaba en el mismo lugar que yo, no tuve más remedio que escucharla quejarse durante todo el desgraciado trayecto sobre su último fracaso.
Y el tiempo de mierda jugaba conmigo otra vez. Pues lo que me pareció una hora de trayecto, resultó ser la mitad de ese lapso. Algo de maravilla, pues la primera recomendación de María, la Cara de Fuchi, fue que jamás hiciera esperar a una mujer, más bien debe ser todo lo contrario. Y como tenía período de sobra, continué tranquilizando a Dolores. Se veía muy bien ese día que hasta me daban ganas de besarla, después de todo ya mis brazos la rodeaban con el pretexto de apapacharla.
Entonces llegó Bárbara y… ¡nos vio abrazados! O mejor dicho a mí abrazándola. ¡Gran problema! Pero su reacción fue diferente a lo que esperaba, pues en lugar de ponerse seria o indignada, se sentó junto a mí y me preguntó por ella, ya que notaba su tristeza. Las presenté, continuamos platicando y lo que era una cita para dos terminó por ser una terapia grupal, pues también mi futura vieja sacó a relucir algunos secretillos y pesares. Yo tuve que hacer lo mismo para no quedar mal.
Luego de un rato y unas cervezas ya nadie se sentía mal, sino que reíamos a carcajadas y nos burlábamos de nosotros mismos. Nos despedimos y Bárbara se ofreció a llevar a Dolores a su casa pues vivían por el mismo rumbo, además de que así yo no perdería el camión por ser ya tarde. De vivir yo en la ciudad y en las condiciones que nos encontrábamos, estoy seguro de que los tres hubiéramos terminado en casa de alguno de nosotros y no quiero pensar qué habría sucedido entonces. Se lo comenté a María al siguiente día después de quitarme la cruda.

Volví a citarme con Bárbara, pero nuestras conversaciones cambiaron de tono. Lo mismo ocurrió con mis otras dos amigas.

Días después caminando por las calles del centro, vi de lejos a Dolores y decidí seguirla. De algún modo tenía alguna esperanza de andar con ella si no lograba nada con Bárbara. Y cuál fue mi sorpresa al verla llegar a una banca y besar a… ¡Bárbara!
Me fui decepcionado, me topé con María, le conté todo. Me escuchó con paciencia, me dijo un par de cosas –yo vi otro par- y terminamos saliendo juntos. Hasta el día de hoy lo seguimos haciendo.
Que se mueran de envidia mis amigos, al fin que ellos siguen solteros.

22 de febrero de 2008

REVISTA LITERARIA

A todos los interesados los invito a colaborar en el siguiente proyecto literario-cultural: para cualquier aclaración de duda o comentario dirigirse a lafugaliteraria@gmail.com. Espero su apoyo pronto

Proyecto: Revista de la Fuga Literaria.
Título: Fugarte
Periodicidad: Trimestral.
Paginación: De 40 a 64 páginas.
Contenido: El contenido estará divido de la siguiente manera:

· Presentación: será escrita por el editor en jefe y aparecerá en cada número y hará un breve resumen de lo que se verá en la revista.
· Sumario: aquí entra detalladamente el contenido de la revista con la paginación correspondiente.
· Colección de obra fotográfica: a lo largo de la revista se irán presentando algunas fotografías que podrán ser temáticas de acuerdo al contenido de la revista. Este espacio está pensado para el producto de alumnos de la BUAP (u otras instituciones) o de egresados de la misma que apenas dan sus primeros pasos y así mostrar al público la calidad que se tiene en la institución.
· La vuelta al mundo en 80 miradas (sección multidisciplinaria): está sección presentará artículos escritos ya sea por alumnos o por académicos de la Universidad, el objetivo es crear un vínculo comunicativo y de convivencia entre ambas comunidades. Aquí podrán entrar textos de distintas áreas, sin que necesariamente se enfoquen en la temática central de la revista o que entre los artículos de dicha sección exista algún vaso comunicante.
· Dossier: esta sección pertenece al contenido central de la revista, por lo que aparecerán en ella escritores, investigadores o expertos en el tema para combinar sus plumas con catedráticos de la Universidad ampliamente distinguidos, y si el caso lo amerita y el trabajo lo vale, también se publicarán textos de alumnos.
· Homo… ¿sapiens?: aquí se abordarán temas de interés social buscando cuestionar la actitud o comportamiento del hombre ante los fenómenos sociales.
· El Taller: espacio para la publicación de textos de corte literario: cuento, mini-ficción, crónica y poesía (aunque ésta se irá presentando a lo largo de la revista como descanso entre sección y sección). La publicación de estos textos serán únicamente de escritores jóvenes sin ningún libro publicado, con el afán de ir apoyando nuevos talentos. Se empezará por gente local.
· Reseña, 12 formas para entender el mundo: como ya lo indica su nombre, aquí se publicarán reseñas, en este caso serán 6 de libros, 2 de discos, 2 de películas a la renta y otras 2 generalizadas, es decir, obras de teatro, conferencias, foros, encuentros literarios, etc., para conformas las 12 que indicadas por el título. Esta sección será escrita por alumnos que comienzas a hacer sus primeras incursiones en el medio, así como por gente que desee compartir sus “descubrimientos” y cumplan la calidad necesaria para su publicación.
· Entrevista: se entrevistará a una persona destacada para que hable un poco del tema principal de la revista, pero sin dejar a un lado lo que ha hecho a lo largo de su vida creativa o académica.
· Humor de colores: para darle un toque relajado a la revista, esta sección nace para hacer pasar un rato agradable al lector. Se podrá leer todo tipo de ocurrencias, desde las más blancas e inocentes hasta las más pesadas y vulgares, pasando por el humor negro y de tantos colores como pueda ser.

Para los cuatro primeros números se han pensado los siguientes temas, así como entrevistas:

Número 1
Dossier: Novela histórica.
Entrevista: Renato Prada Oropeza

Número 2
Dossier: Literatura Fantástica.
Entrevista: Sandra Becerril (Escritora).

Número 3
Dossier: Lit. Feminista.
Entrevista: Mtra. Alicia Ramírez.

Número 4
Dossier: México ante el calentamiento global.
Entrevista: René Drucker Collin.

Número 5
Dossier: Cultura.
Entrevista: Sabina Berman o Andres Roemer.


Consejo editorial y staff: se propone sea compuesto por un alumno y un maestro de las siguientes áreas: Lingüística y Literatura Hispánica, Historia, Filosofía, Psicología, Artes y Comunicación. Esto con el fin de englobar todas las áreas afines y poder hacer una revista más completa. El Staff inmediato estará integrado por los miembros de la Fuga Literaria.

Consejo editorial honorario: integrado por escritores y académicos locales y nacionales, en parte como un homenaje a su aportación, y otra para ofrecer mayor seriedad en la revista, logrando así tener más prestigio y calidad.

Características de los textos:
Artículo: 6 cuartillas mínimo a espacio y medio en letra Times New Roman 12.
Creación Literaria (cuento, mini-ficción, poesía y crónica): Se deberán enviar 5 muestras a espacio y medio en letra Times New Roman 12. La temática es libre.
Reseña: 1 cuartilla a espacio y medio en letra Times New Roman 12. Los libros reseñados deberán ir -de preferencia- de acuerdo al dossier.

Todos los textos deberán llevar al final sus datos personales y de localización: nombre, fecha de nacimiento, dirección de residencia, correo electrónico, teléfono estacional y móvil.
Lo textos referentes a lo creativo deberán corresponder a autores que no tengan ninguna publicación editada de forma individual por alguna editorial ya nacional o trasnacional.
Todos los artículos, textos literarios y reseñas deberán ser inéditos.

Características de fotografía

La fotografía deberá ser enviada como archivo pdf o jpeg. Debe ser un portafolio inédito y temático entre sí.
Para ser considerado como candidato a ser publicado en la revista, el autor de la obra fotográfica no tendrá que gozar de reconocimiento, debe ser completamente inédito. No cuentan exposiciones o publicaciones de obras colectivas.

7 de febrero de 2008

LOBO SOY

Yo era digno compañero de la luna, y por eso me volví amigo de los hombres y los animales. Yo nací en el norte para guiar a los pueblos a tierras más cálidas, y les enseñé a mirar a los astros y aprender de ellos.Yo instruía a los Hombres a cambio de comida, porque mis hijos tenían hambre todo el tiempo en esas regiones frias. Yo anhelaba vivir con un pueblo hermano, mas los humanos no aprendieron nada y en cambio se llevaron a mis hijos para exclavizarlos.

Y entonces luche contra ellos para liberar a mi familia y mi raza fue maldecida por el daño que causamos.
¿Qué fue de nuestros hijos?
¿Qué clase de tormentos sufrieron para que al final crearan otra raza?
Yo soy el amo del saber, pero ignoro mi destino. Yo soy mayor de mis hermanos, y por eso el más temido. Yo aún canto a la luna por las noches mientras ellos nos dan caza. Yo estoy presente en todo el mundo, desde las frías regiones siberianas hasta las praderas norteamericanas, y aún más al sur, aunque cada vez somos menos.
Y cada noche lloro por lo que fuí y por lo que nos espera. ¡Qué clase de criatura es el Hombre que vive destruyéndolo todo para al final morir y ser nada!
¿Qué será de nosotros?
¿Acaso hemos de convertirnos en asesinos?
¿O seremos como hata ahora las presas de los humanos?
¿Es nuetro destino desaparecer?

31 de enero de 2008

ALCIDES, ALANIS Y NABIL

Era un día solitario. Todo resonaba bajo los truenos del cielo y el golpeteo de las olas contra las rocas. Una brisa fresca llegaba a mí, pero no así el canto del mar que anuncia el alba, más bien era el quejido de un muerto…
No pude distinguir la figura que se acercaba a mí hasta que su mano se posó en mi hombro. En ese instante el corazón me latió más deprisa pues la gelidez de esa piel hizo que mi cerebro recreara formas de ultratumba. Pero ella estaba más viva que nunca.
Me dijo que todo estaba hecho y ya nada debíamos temer, así que la tomé de la mano y comenzamos a caminar entre la niebla hacia la playa. Entonces recordé lo ocurrido desde el inicio, tres años atrás.
Mi mejor amigo acababa de terminar su carrera, yo tenía por delante unos cursos más. Nuestro sueño era viajar a la costa y allí establecernos, pero no teníamos dinero suficiente para comenzar dicha aventura, así que acordamos lo siguiente: mientras yo terminaba mis estudios él trabajaría para ahorrar lo necesario, por mi parte yo buscaría un empleo de medio tiempo. A este proyecto se unió mi novia, que ya trabajaba desde tiempo atrás, y fue ella quien ayudó al nuevo licenciado a encontrar su fuente de ingresos.
Cuando al fin terminé mis estudios, habíamos juntado una cantidad considerable que nos permitiría vivir a los tres holgadamente algún tiempo. Entonces vendimos lo que no necesitaríamos y nos fuimos de allí. Para no hacer tanto gasto, tomamos las mochilas y sin nada más salimos.
Después de la primera jornada me percaté de que la confianza y unión entre mi novia y mi mejor amigo era muy estrecha, más de lo que me imaginaba, pero no dije ni hice nada. Fue hasta el segundo día que la emoción de la aventura traicionó al que hasta entonces consideraba como mi hermano: se había enamorado de mi novia. No podía culparlo porque ella era hermosa y el mi amigo. Mas esa noche hablé con él cuando ella se durmió, pero la conversación subió de tono y comenzamos a discutir. Sin embargo las palabras no bastaron y recurrimos a las manos, las ramas y todo aquello que estuviera a nuestro alcance.
Entonces despertamos a mi amada y tras gritarnos logró controlar la situación. La pusimos al tanto de la circunstancias y se quedó mirándolo con enojo. Le explicó que ella estaba conmigo y no podría evitarlo, pues esa era su decisión. Y todos nos acostamos separados por un par de metros de distancia.
Al despertar los dos ya habían preparado todo para el viaje y con prisa me levante. Cerca del mediodía divisamos la línea del mar en el horizonte. Nos dimos prisa y para el anochecer ya estábamos allí. Colocamos el campamento y fue entonces cuando él intentó golpearme con una roca. Mi novia llegó en mi auxilio. Durante las horas siguientes intentamos darle caza en medio de la oscuridad guiado por antorchas y los ruidos nocturnos. Nos separamos.
Después de mucho vagar, la escuché gritar y corrí hacia ella. Entonces alcancé a ver la antorcha que llevaba en medio de una niebla espesa, era apenas un punto de luz, me apresuré y llegué hasta donde luchaban. Cerca había un desfiladero y fue hacia allá donde empuje a mi actual enemigo. La claridad me indicó que el alba estaba llegando, pero la niebla me impedía ver más lejos.
Era un día solitario. Y todo resonaba bajo los truenos del cielo y el golpeteo de las olas contra las rocas. Una brisa fresca llegaba a mí, pero no así el canto del mar que anuncia el alba, más bien era el quejido de un muerto…
No pude distinguir la figura que se acercaba a mí hasta que su mano se posó en mi hombro. En ese instante el corazón me latió más deprisa pues la gelidez de esa piel hizo que mi cerebro recreara formas de ultratumba. Pero ella estaba más viva que nunca.
Me dijo que todo estaba hecho y ya nada debíamos temer, así que la tomé de la mano y comenzamos a caminar entre la niebla hacia la playa. Entonces recordé lo ocurrido desde el inicio, tres años atrás.
Volteé para besar el bello rostro a mi lado, pero ella se alejó unos pasos. Antes de que pudiera saber lo que ocurría sentí un fuerte golpe en la nuca y caí. En medio de la agonía alcancé a escuchar la voz del hombre que suponía muerto: “Funcionó el truco del desfiladero”. “Sí, fue una suerte que lo encontraras –dijo mi novia con voz suave y llena de complicidad-, ahora sí podremos estar juntos después de tanto tiempo”. “¡Mira, aún vive!” “Yo lo arreglo”. Escuché los pasos sobre la arena, la suavidad de la piel tantas veces mía acarició mi rostro por última vez. Luego otro golpe y no supe más.

22 de enero de 2008

CUENTOS DESESPERADOS

CUENTO XVI


El sol asciende al mediodía y tú estás ahí aburrido, solo, desesperado y harto del calor. Tu piel se quema con los rayos ultravioletas y tu rostro se transforma de mil maneras con cada reflejo de luz.
Tienes sed, y hueva y hambre y sueño y hueva y prisa y hueva. Pero el tráfico se ha paralizado totalmente y no hay escapatoria del micro.
Unos metros adelante sube una belleza inimaginable: blanca, rubia, delgada, ojos claros, piel fina, cuerpo proporcionado… Mira el interior del camión y descubre que sólo hay un lugar disponible: junto a ti. Te mira, te come con la mirada, sonríe, y se sienta.
La oportunidad perfecta para estar cerca de alguien así… pero eres cobarde y no dices nada, ni siquiera saludas, y permaneces sentado, tieso cual estatua, mirando por la ventana el lento rodar de las llantas de los autos.
El calor aumenta porque de nada sirven las ventanillas abiertas: no hay aire. La gente suda de calor, tú de nervios. Ella toma unas hojas y las utiliza de abanico… nada, sólo calor. Está esperando que le hables pero tú no reaccionas, eres un adorno más del micro.
Se quita el suéter, se remanga la playera… de reojo alcanzas a ver parte de su brasier. Voltea a cada instante esperando le hables, se muere de ganas por dirigirte la palabra, incluso sus piernas rozan las tuyas y cada vez se acercan más. Pero ni la roca está tan tiesa y dura como tú.
- ¡Qué calor! –dice al fin para iniciar la conversación.
- Mucho
- Y el tráfico es horrible, ¡cómo se les ocurre arreglar la carretera a esta hora!
- Sí.
- ¿Quieres que te preste mi suéter para atajarnos del sol?
- Bueno.
- Así está mucho mejor. De verás que esto del calentamiento global nos está afectando demasiado.
- Mucho
- Qué mal educada soy, me llamo Miriam.
- José.
- Y, ¿estudias?
- Sí.
- ¿Se puede saber qué?
- Literatura.
- Ah, ¿y no es muy pesado eso? Digo, se la pasan leyendo ¿no? A mí me gusta leer, pero no todo el tiempo… Yo estudio administración, y allí también leemos pero no tanto como ustedes. Seguramente eres muy inteligente.
- Dicen.
- Jajaja, no seas modesto.
La plática continúa por tiempo prolongado hasta que por fin el transporte avanza rápido. Interiormente podrías decir que casi te has enamorado, no todos los días se habla con una belleza como ella. Y la conversación cada vez se hace más y más intima. Te habla sobre lo que le atrae de los hombres, sobre sus otras relaciones. Ya casi son amigos que se conocen de años.

Te dice lo mucho que le agradó conocerte y te da su número de celular esperando le hables al otro día para salir – ¡el sueño hecho realidad!- y se baja calles adelante dejándote un mágico beso en la comisura de los labios.

* * *

Estás en tu casa aburrido, solo, desesperado y harto del calor. Saliste temprano de la escuela y no tienes nada que hacer. Tomas el teléfono y marcas imaginando cada número, suspirando a oír el “tip, tip”. Planeas toda la tarde: el café, el parque, las fotos, los abrazos, los besos, la envidia de los amigos cuando les cuentes todo… Una voz masculina te responde.
- ¿Miriam?
- ¿Quién habla?
- La busca José…
- ¡Cariño! –y el tono cambia por uno femenino- ¡Ay, disculpa!, es que todavía no me acostumbro a la operación.
Cuelgas.

CUENTOS DESESPERADOS

CUENTO XV


Vas muriendo con lenta monotonía. Siempre quisiste que fuera así, pero ahora te arrepientes porque estás harto de lo mismo: tu primera novia –la única- la tuviste a los trece años, a los quince terminaste con ella, te quedaste solo desde entonces. Has buscado una pareja pero nada funciona. Olvidaste que el trece es de mala suerte.
Y vas cayendo en ese estado de pereza cada vez más. No por evitar las cosas, sino porque ya no puedes hacer nada. Lo has intentado todo y fracasaste. Pero eso no ha evitado que te enamoraras de nuevo, tanto como no creíste hacerlo alguna vez. En eso nos parecemos: somos algo así como esclavos del sentimiento.
Y buscas hablarle aunque se te trabe la lengua y no encuentres las palabras. Miras su rostro y sonríes, es todo lo que haces, luego saludas y te vas. Escuchas sus palabras con atención intentando descifrar mensajes ocultos mientras te cuenta su vida, no hay nada, tan sólo esas palabras descubiertas.
Tus amigos se burlan de ti, algunos te llaman cobarde –y lo eres-, otros te dan tips para hablarle, también hay quien simplemente mueve los hombros y se va. ¡Eres una vergüenza para tu género! Lo has dicho siempre y es verdad. Pero no eres el único, ten eso por seguro, por lo menos hay un par que está igual a ti: buscan novia en la política, los libros, la fantasía, el medioevo, el esoterismo e Internet sin ver que en un mundo de carne y hueso hay más mujeres de las que podrían soñar. Pero eres fatalmente suyo y no deseas cambiar tu pensamiento. La única forma de reacción son miradas toscas y de desprecio.
¡Mírate! Ahí están los tres sentados en la banca divisando el panorama en espera del rebaño que habrá de pastar junto a ustedes. Ahí relajan los músculos porque no pueden levantarse y llevarles una flor a esos colibríes. Se sientan y discuten mil formas de conquista comenzando por el asedio y olvidan que hay más de una entrada a la fortaleza; mientras disparan la primera catapulta ya otros se han robado la corona.
Y vas perdiendo sentido a la vida e incluso a la muerte porque no ves el alma caritativa que te ofrece el vaso de vino con su propia mano. Insistes en escalar la montaña más grande del mundo sólo con tus manos. Y olvidas que estoy abajo esperando con todo el equipo necesario.
Destrozas tus ojos para no ver lo que hay en el horizonte, para retener su imagen intacta, para ser fiel a un fantasma que ronda tus sueños a cada instante y yo aquí con las vendas que habrán de sanar tus heridas, lista para actuar cuando me lo pidas pero nada, sigues siendo suyo, terriblemente suyo, innecesariamente suyo porque soy yo la que espera y no tú…


- ¿Te pasa algo? Te noto rara.
- No nada, es que veo a esos tres tipos sentados en la banca y me dan lástima, parece que no tienen otra cosa que hacer.
- Son simpáticos, ¿no? Te confieso que me atrae uno.
- A mí también, pero ellos no se dan cuenta y se lamentan de su soledad. Si tan sólo alzara la mirada, me vería sentada aquí en la banca de enfrente soñando con que un día se levante y me invite a pasear lejos de esta multitud.
- Sí, son una vergüenza para su género.
- Sí, son…

CUENTOS DESESPERADOS

CUENTO XIV


Seis días de descanso y ya hasta los muertos me hablan. Necesito dejar la tele un rato y salir más.
Seis pinches días en la computadora y ya no aguanto mis ojos. Mejor hubieran sido las clases, allí por lo menos dormía a gusto.
Seis días de trabajo y estoy harto, ahora sé porque tardé tanto en salir del colegio, estaba mejor en la escuela, allí están mis amigos.

Una semana, sólo pude resistir una semana de clases. Me hacen falta más días de descanso.
Es la segunda clase y no aguanto, y eso que apenas es lunes, carajo. En mi casa espera la cama y la comp., bendita la hueva que me creó.
Un día de regreso al colegio y me encuentro con la noticia de que mis amigos siguen solteros, ¡qué novedad! Y veinte mil horas de peroratas y quejas. En el trabajo no se quejan tanto de su suerte, y eso que esa gente está mal, realmente mal.

Mi primera frase y pensamiento al despertar es: ¡Soledad, te adoro! Ojalá una chava que conozco se llamara Soledad.
Lo primero que digo, mejor dicho, mi frase predilecta es: ¡qué hueva! Pinche sociedad, pinche soledad. La hueva no se crea ni se destruye, sólo se contagia. Hace falta vieja, así los dos nos acomodaríamos en el rincón del salón, no que estas bancas ni dejan dormir bien.
¡La vida es para divertirse!, eso pienso yo. El problema está cuando no hay con quién divertirse. Si no hay dinero para invitar a las ex, menos para ir un table.

Fin de cursos al fin, viene el largo invierno en compañía del frío y el café que yo tendré que preparar por falta de personal. ¿Y vos?
Me aguardan quince días de extremo trabajo de búsqueda de vieja en Internet. Otro pinche semestre sin nada…
Ni se quejen, que yo no tengo acción desde el año del caldo.

Bueno, año nuevo, novia nueva.
Primero encuentra quien te quiera.
No tienen remedio… y yo tampoco.

18 de enero de 2008

CUENTOS DESEPERADOS

CUENTO VIII


PRIMER ACTO

Dentro de un patio pequeño con bancas en su contorno. Junto a una ventana está una mesa con hojas y dos hombres registran a la gente que hace fila en la mesa, los demás se mueven despistados. Es lunes, la hora novena.

Amigo 1: ¿Ya tienes candidata?
Amigo 2: No, hay demasiada gente. Necesito ver con más calma. ¿Tú ya encontraste a alguien?
Amigo 1: No, todavía no, pero no tardo en hacerlo, jejeje. (Entra Amigo 3).
Amigo 3: ¿Cómo van las cosas?
Amigo 1: Mal, todo es un relajo.
Amigo 2: Yo me voy en media hora, tendrán que encargarse de todo mientras regreso.
Amigo 3: No hay problema... ¿Qué miras Amigo 1? (Amigo 2 mira en la misma dirección que 1).
Amigos 1 y 2: ¿Ya viste a la de suéter blanco? (Risas).
Amigo 1: Está muy guapa (Entra Amigo 4).
Amigo 2: De maravilla…
Amigo 4: ¿De quién hablan?
Amigo 1: Al frente, mitad de la fila, suéter blanco, cabello castaño, ojos divinos...
Amigo 4: ¡Ya!, pues más o menos, he visto mejores. ¿Cómo van?
Amigo 2: Nada más registramos a los que están formados y listo.
Amigo 4: Perfecto, continúen, voy al otro colegio (Sale).

Ya en la tarde, cerca de la hora cuarta después del mediodía, el patio está vacío. Los amigos entran por la izquierda y caminan despacio.

Amigo 1: La de blanco de plano me late, por ahí hay otra guapilla, pero no la supera.
Amigo 2: ¡Es que está...!
Amigo 3: Yo paso, no es de mi tipo. Además yo ando tras otra, ahí se las dejo a ver quién la quiere.
Amigo 2: ¿Un volado?
Amigo 1: No sé, no me gusta actuar como si se tratara de un objeto, si la voy a tratar prefiero que sea en serio, además se ve que es muy “especialita”.
Amigo 2: Si, se ve inalcanzable. Mejor háblale a la otra que dices y yo me busco a alguien más, al fin que creo haber encontrado candidata, jajaja. (Salen por la derecha).


SEGUNDO ACTO

El mismo patio, al mediodía, los cuatro amigos platican. Ya pasó un mes.

Amigo 4: Hay en el otro colegio una chica que me gusta. Quiero hablarle pero no sé cómo. Está muy guapa, “así como pa’l hijo más chiquito de mi a’pá”, o sea yo.
Amigo 1: Nosotros seguimos con la mirada puesta en la de blanco, o al menos yo sí.
Amigo 4: Pues está aceptable, pero me quedo con la que les digo. Es más, voy a darme una vuelta a ver si la veo. ¿Por qué no vienen conmigo para que se las enseñe y me den su opinión?
Amigos 1, 2 y3: Bueno. (Salen, unos minutos después entran).
Amigo 4: ¿A poco no está guapa?
Amigo 2: Sabrosa, sabrosa.
Amigo 1: Aceptable.
Amigo 4: Si yo les dije. Bueno, ya me voy (Sale).
Amigo 3: ¿Qué van a hacer, chicos?
Amigo 1: Yo tengo clase, me vooooyyy… ¡Ahí viene la de suéter blanco, cómo no tengo la hora libre! (Mientras se aleja lanza golpes al aire).
Amigo 3: ¿Y tú?
Amigo 2: Voy a echar la hueva. No tengo nada que hacer.
Amigo 1: (Asomando la cabeza) ¡Oigan!, y si le hablan y luego me la presentan. Ahorita que no hay nadie que los vea.
Amigo 2: Yo no le hablo. Ni siquiera soy el interesado.
Amigo 1: Por mí. Acuérdate que desde cuándo buscamos esta oportunidad.
Amigo 3: Yo me encargo de eso.
Amigo 1: Gracias (Vuelve a irse. Entra Mujer de Blanco por el lado opuesto, se sienta en una banca).
Amigo 3: ¡Observa! (Le dice a Amigo 2, luego va con Mujer de Blanco) Hola amiga, ¿tienes clase?
Mujer de Blanco: Hola. Sí, pero no ha llegado mi maestro.
Amigo 3: ¿Quieres que te lea las cartas?, también leo la mano.
Mujer de Blanco: ¡Ah!... Bueno, si quieres.
Amigo 3: ¿Y cómo te llamas?
Mujer de Blanco: Mujer de Blanco (Se acerca Amigo 2).
Amigo 2: ¿Qué haces, baboso?
Amigo 3: Aquí, leyéndole las cartas a la amiga. Mujer de Blanco, él es Amigo 2, mejor conocido como “solitarius two”.
Mujer de Blanco: Hola, mucho gusto. Bueno, los dejo, ahí viene mi maestro. Los veo después (Sale).
Amigo 2 y 3: Adiós. (Se quedan sentados en la banca. Al rato entra Amigo 1.)
Amigo 2: ¡Ya le hablamos!
Amigo 1: ¿Eh, a quién?
Amigo 2: Blanco, blanco, blanco…
Amigo 1: ¿Ah, sí? ¿Y que tal? (Sus ojos brillan, la respiración se acelera).
Amigo 3: ¡Cálmate! Es buena onda, guapa, rara, sencilla, inteligente.
Amigo 1: Me conviene, ¿cómo ven ustedes?
Amigo 3: Te la dejo.
Amigo 2: Yo también.
Amigo 1: ¿Me la van a presentar?
Amigos 2 y 3: Bueno.

Ya pasaron unos días. Dos amigos se sientan en la banca de siempre.

Amigo 1: ¿Cuándo me la van a presentar?
Amigo 2: Es que me da pena hablarle y ya ves que aquel hombre ya se va a ir.
Amigo 1: Ustedes quedaron. ¿Me vas a decir que ya te arrepentiste?
Amigo 2: Te la presento, pero busca un pretexto para hablarle (Entra Mujer de Blanco y se sienta a leer en una banca).
Amigo 1: ¡Mira, ahí está otra vez! Ve ahora.
Amigo 2: No quiero, me da hueva. No sé qué decirle. Ni modo de llegar y decirle “hola, éste es mi amigo y quería conocerte, se muere por ti”.
Amigo 1: No seas baboso. Te pasas, mejor me presento solo… Valiente amigo. (Se acerca a Mujer de Blanco).
Hola compañera, disculpa que te moleste, sólo quiero preguntarte si te registraste al inicio de curso en la mesa que estaba ubicada aquí en el patio.
Mujer de Blanco: Sí, por qué.
Amigo 1: Lo que pasa es que andamos haciendo una lista de esa gente para verificar nombres, digo, estamos corrigiendo a los anotados. Y como me pareció verte ese día en la fila pensé que estabas registrada. ¿Me dices tu nombre, por favor?
Mujer de Blanco: Pero está muy largo.
Amigo 1: No importa… ¿Mujer de Blanco?, extraño nombre. Yo soy Amigo 1. Bueno, gracias, nos vemos luego (Va con Amigo 2).
Mujer de Blanco: Adiós.
Amigo 1: Ya ves, tanto costaba.
Amigo 2: ¡Eres mi “índiolo”! ¿Y si la invitas el jueves a la junta con los maestros?
Amigo 1: Te pasas, pero es buena idea. Acompáñame al menos. (Van con ella). Oye amiga, perdón que te interrumpa otra vez, pero ahora que checaba las listas me doy cuenta de que has tenido gran participación en los eventos que se han realizado. Entonces te pregunto si te interesaría ayudarnos a organizar los siguientes.
Mujer de Blanco: Pues sí, no tengo inconveniente.
Amigo 1: Entonces te esperamos el jueves a las 5 para una junta, ¿te parece?
Mujer de Blanco: Sí.
Amigo 1 y 2: Bueno, adiós. (Salen)


TERCER ACTO

En un cuarto de salón. La junta ya terminó y la gente va saliendo del lugar. Amigo 3 permanece sentado junto a Mujer de Blanco, Amigos 1 y 2 juntos, Amigo 4, atrás, solo. Ya pasó casi un mes.

Amigo 3: …Entonces me dijo que dejara esas cosas y me acercara a la luz. Así comencé a leer las cartas, aunque al principio me costó trabajo, porque tuve que desarrollar mis habilidades. En cambio hay otros, como Amigo 1, que ya tienen desarrolladas esas habilidades. ¿Verdad?
Amigo 1: Sí.
Mujer de Blanco: ¿Por qué ustedes casi no hablan? (Se dirige a amigos 1 y 2).
Amigo 1: Porque no tenemos nada que decir por el momento, al menos nada importante.
Mujer de Blanco: Sí, ya me di cuenta, ¿y él? (Señala con la cabeza a Amigo 4)
Amigo 4. Yo sólo espero que éstos me presenten, pero como son mal educados lo haré yo. Soy Amigo 4, estudio en la escuela, soy organizador desde que entré, vivo en otra ciudad que se llama…
Mujer de Blanco: A ti también te gusta hablar mucho.
Amigo 4: Pues hago lo que puedo, de lo contrario todo sería aburrido, como con éstos dos… ¿Desde cuándo se hablan?
Mujer de Blanco: Ya tiene varios días. Ellos me invitaron a las juntas.
Amigo 4: ¿Y te agrada la idea de trabajar con nosotros? Porque hay mucho por hacer y muy poco descanso.
Mujer de Blanco: Mientras no me toque el papeleo burocrático-político para pedir cosas “allá arriba” creo que no hay problema.
Amigo 4: No te preocupes, eso nos toca a nosotros. ¿Verdad, chicos?
Amigos 1, 2 y 3: Sí.
Amigo 3: ¿Qué onda, ya nos vamos?
Amigo 2: Como quieran.
Mujer de Blanco: Pues sí, ya es tarde.
Amigo 1: Entonces partamos (Salen).


CUARTO ACTO

En el patio del colegio, casi es mediodía. Están los tres amigos. Ya pasaron varias semanas.

Amigo 1: Después de todo, Mujer de Blanco resultó ser mejor de lo que esperábamos. Definitivamente me conviene, quiero decir, tiene todas las características y requisitos que pido en una mujer. ¡Ay, de veras me encanta!
Amigo 2: Tú sí que andas mal. Si ella te escuchara ya te habría golpeado por payaso.
Amigo 1: Me fascina…
Amigo 2: Estás loco…
Amigo 1: Por ella.
Amigo 3: ¡Ay, sí! Por ella (Entra Amigo 4).
Amigo 4: ¿Qué hacen? ¿Cómo va todo?
Amigo 1: Lo mismo de siempre. Las cosas van bien, muy bien, mejor de lo que te imaginas.
Amigo 4: ¿Y eso?
Amigos 1 y 2: La chica de blanco es buenísima.
Amigo 1: Se toma todo el trabajo en serio, como debe ser. Es responsable y… ¿ya viste quién viene?
Amigo 4: Sí, ya me di cuenta.
Amigo 2: ¿Cómo va ese “proyecto”?
Amigo 4: Más o menos.
Amigo 1: ¿Sabías que es amiga de Mujer de Blanco?
Amigo 4: Algo por el estilo.
Amigo 3: Hay que decirle que te la presente. (Entra la amiga de Mujer de Blanco y pasa frente a ellos, sale por el otro lado. Amigo 4 la sigue con la mirada).
Amigo 4: Pues, sí. Pero mejor me quedo en casa. Ya tengo nueva candidata, y es mucho mejor.
Amigo 1: ¿Ah, sí? (Amigo 1 mira inquisitoriamente a Amigo 4).
Amigo 4: Sí (Devuelve la mirada, hay malicia en sus ojos). Voy a clases, los veo luego (Sale).
Amigo 1: Ese comentario no me gustó nada.
Amigo 2: A mí tampoco, creo que ya sé a quién se refiere. (Se van).

Otro día, en la tarde, en la misma banca. Amigos 1 y 2 hablan.

Amigo 2: Sí, teníamos razón.
Amigo 1: A eso se le llama traición. Él sabe que yo… de ella.
Amigo 2: Sí, pero ya lo conoces: es un desgraciado. Va a haber problemas.
Amigo 1: Mira, si por mí fuera le dejaría libre el camino porque es mi amigo, pero como sé que sus intenciones no son buenas, pues habrá que competir ¡Competir!, que fea palabra… A ver con quién se queda ella. Odio estas cosas.
Amigo 2: No crees que ella sabe defenderse sola.
Amigo 1: Sí, puede hacerlo… pero él… Ella no lo conoce bien.

En una banca del otro colegio

Amiga: Dicen que uno de tus compañeros quiere conmigo. Uno que tiene cargo de no sé qué.
Mujer de Blanco: Sí, ya me imagino quién. Pero yo tengo otras sospechas al respecto.
Amiga: ¿Tiene que ver contigo y los chicos esos, verdad?
Mujer de Blanco: Sí.
Amiga: ¿Y a ti te gusta uno de ellos, o alguien de tu colegio?
Mujer de Blanco: Por qué lo preguntas… No, nadie, ya mi corazón se lo ganó alguien más que vive por mi casa.
Amiga: ¿Y que dice él?
Mujer de Blanco: No sé, no le he preguntado “¿Oye, te gusto?”. Ni que fuera quién.
Amiga: Entonces no te quedarás con ninguno de tu escuela de ser ciertas tus sospechas.
Mujer de Blanco: No.
Amiga: ¿Ni con el otro, el que te habló primero?
Mujer de Blanco: (En su mente se pregunta ¿Amigo 1?) No sé, tal vez. Mmmm… quién sabe. Necesito pensarlo bien.

¿CÓMO SE LLAMÓ LA OBRA?:

¡AY, LAS MUJERES!

Se cierra el telón.