29 de abril de 2011

KILTAMAKÚ

La mirada se ha opacado,
el brillo se desvanece
sin la escritura correcta.

La creación se muda,
el río de oro se seca
sin la inspiración adecuada.

Y de los montes a los valles
el viento lleva las nuevas volando,
para que no se olvide el mundo
de aquellas cosas memorables.

Y de la noche amarga cual café
a la luna de verde brillar,
mi alma reescribe su historia.
Sólo el Tiempo conocerá el final.