CUENTO XIII
Me dejó, me dejó cual novia de pueblo, más vestido que alborotado, pero a la ingrata no le importó. "Hoy es la fiesta de mi cumpleaños..." y ni rastro de su Female Fatale Body... No es mujer de uno, es decir, sociabiliza la chamaca, si hasta parece política, y eso me coloca en último lugar: "los últimos serán los primeros", quién dijo eso, de seguro un güey al que no le tocó pastel.
Pero en fin, a lo que iba: me dejó plantado el día de mi cumpleaños en mi propia casa, eso no lo perdono, porque ayer hasta me dijo el regalo que pensaba darme y resulta que nada de nada. He pensado, tal vez debería dejar de mirar por la ventana y ponerme a bailar, al fin que hasta hacen cola por ser mi pareja, más por ser el festejado y con buen depa que por gusto de bailar conmigo… ¿quién les va a dar rait luego? ja.
Pasa un auto, luego dos; llegan tres… cuatro personas: chicas de minifalda, ¡excelente! Carajo, ¿por qué no viene?, si viera cuánto la extraño -la necesito-. Es como decir que me falta el aire si no está ella. Carajo, ¿dónde está, dónde...?
- ¡Güey, ya cálmate!, te dije que no tomaras mucho.
- Si apenas llevo un par (do… tres… como…). Además ella no ha venido, no me tranquilizo hasta que no venga.
- ¿De quién hablas?
- Pues de mi mamá, quién más iba a ser. Me dijo: "Mañana te llevo tu regalo al departamento, qué bueno que ya vives solo, y mejor todavía que coincidió con tu cumpleaños, va a ser una gran fiesta. Bueno, hijo, mañana te veo allá, espero no incomodarte con tus amigos". Pero la desgraciada no ha venido.
Me dejó, me dejó cual novia de pueblo, más vestido que alborotado, pero a la ingrata no le importó. "Hoy es la fiesta de mi cumpleaños..." y ni rastro de su Female Fatale Body... No es mujer de uno, es decir, sociabiliza la chamaca, si hasta parece política, y eso me coloca en último lugar: "los últimos serán los primeros", quién dijo eso, de seguro un güey al que no le tocó pastel.
Pero en fin, a lo que iba: me dejó plantado el día de mi cumpleaños en mi propia casa, eso no lo perdono, porque ayer hasta me dijo el regalo que pensaba darme y resulta que nada de nada. He pensado, tal vez debería dejar de mirar por la ventana y ponerme a bailar, al fin que hasta hacen cola por ser mi pareja, más por ser el festejado y con buen depa que por gusto de bailar conmigo… ¿quién les va a dar rait luego? ja.
Pasa un auto, luego dos; llegan tres… cuatro personas: chicas de minifalda, ¡excelente! Carajo, ¿por qué no viene?, si viera cuánto la extraño -la necesito-. Es como decir que me falta el aire si no está ella. Carajo, ¿dónde está, dónde...?
- ¡Güey, ya cálmate!, te dije que no tomaras mucho.
- Si apenas llevo un par (do… tres… como…). Además ella no ha venido, no me tranquilizo hasta que no venga.
- ¿De quién hablas?
- Pues de mi mamá, quién más iba a ser. Me dijo: "Mañana te llevo tu regalo al departamento, qué bueno que ya vives solo, y mejor todavía que coincidió con tu cumpleaños, va a ser una gran fiesta. Bueno, hijo, mañana te veo allá, espero no incomodarte con tus amigos". Pero la desgraciada no ha venido.
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