Gota a gota van callendo,
en la noche y en el día,
guerreros de tláloc,
espejos de insectos.
Son libres bajo las estrellas,
presos del ardiente sol.
Siempre salados,
siempre melancólicos...
siempre ausentes de mis ojos.
Son libres bajo las estrellas,
presos del ardiente sol.
Siempre salados,
siempre melancólicos...
siempre ausentes de mis ojos.
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