El valle recita en sus ojos
la prohibida canción de nuestros corazones.
Y la lluvia arrastra su voz
hasta nuestros labios
que pacientes se estrechan.
La noche es robada
en medio de palabras
mientras la sombra taladra mis sentidos.
Silencio y temor; nube y frío.
Enemigo de la vida.
El viento, incansable guerrero,
transmite el mensaje del valle al cerro
y es cómplice del secreto.
Tu mirada me llama,
tus labios me devoran;
mis brazos nos protegen del golpe.
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