Finges odiarme, pero sé cuánto me amas.
Finges callar, pero mueres por hablarme.
Y finges ser feliz sin importarte nada,
pero añoras ser quien eras.
Finjo ser odioso, pero soy sensible.
Finjo seriedad e indiferencia,
pero en realidad no sé qué decirte.
Y finjo seguir tu juego,
pero no es eso lo que quiero.
¿Hasta dónde es fingida la amistad,
lo que hacemos, pensamos y decimos?
¿Cambiaría si confieso lo que siento,
si intentamos ser nosotros sólo una vez?
2 comentarios:
hay razon sigues mas loco que nunca la apuesta sigue en pie mi querido amigo erbios lartiz macovedi.
atte. metsaju
Jaja, Y yo que pensé que ya me habías ganado. Bueno, que siga en pie entonces. Espero vernos un día de estos.
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