CUENTO X
Caminé por las calles durante casi una hora, exactamente el tiempo que ha durado nuestra conversación; ¡dos horas pensando en ti!, ¿te das cuenta? No entiendo cómo te atreves a decir que no soy digno de merecer amor cuando no hago otra cosa más que amar. Hay muchas mujeres hermosas pero sólo una ocupa mi corazón, las demás sólo deleitan la pupila, ¡nada más! No me reproches las veces que estoy con mis amigos, eso es diferente… ¡tú sabes que es distinto!, como cuando las mujeres se reúnen. Vamos, dime, ¿acaso no merezco un poco de tu aprecio, yo que tanto trabajo para dártelo todo, para ser mejor…? ¿Qué dices, quieres que me calle? ¿Qué ya van a dar las dos?... ¡Es verdad!, mi novia no tarda en llegar, será mejor ir a su encuentro… Sí, ya sé que puedo lidiar con ella sobre mi retraso, así que deja de moverte –¡maldito espejo!- para que pueda arreglarme bien. Sí, sí, yo también te quiero.
Caminé por las calles durante casi una hora, exactamente el tiempo que ha durado nuestra conversación; ¡dos horas pensando en ti!, ¿te das cuenta? No entiendo cómo te atreves a decir que no soy digno de merecer amor cuando no hago otra cosa más que amar. Hay muchas mujeres hermosas pero sólo una ocupa mi corazón, las demás sólo deleitan la pupila, ¡nada más! No me reproches las veces que estoy con mis amigos, eso es diferente… ¡tú sabes que es distinto!, como cuando las mujeres se reúnen. Vamos, dime, ¿acaso no merezco un poco de tu aprecio, yo que tanto trabajo para dártelo todo, para ser mejor…? ¿Qué dices, quieres que me calle? ¿Qué ya van a dar las dos?... ¡Es verdad!, mi novia no tarda en llegar, será mejor ir a su encuentro… Sí, ya sé que puedo lidiar con ella sobre mi retraso, así que deja de moverte –¡maldito espejo!- para que pueda arreglarme bien. Sí, sí, yo también te quiero.
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