30 de enero de 2007

Mientra cavilo el cuerpo muera (La Mente, Parte 5)

XLI
(23-11-06)
Y creen que pueden burlarse, pero no saben lo que les aguarda. La luna me da fuerza –aunque solamente se trate de su recuerdo.

No sigas recreando fantasías, todo es parte de nosotros. Nosotros somos el agua helada y basta un poco de luz para reaccionar. Siempre pensé en la muerte como algo transitorio, ahora sé que no existe, es parte del círculo, del vacío, de la vida que tampoco es. ¡Hasta cuándo podré cantar el comienzo de una era!


XLII
(08-12-06)

Ahí está el cielo con su red para capturar la luz nocturna y encerrarla en el vacío; ahí estoy yo para protegerla y ocultarla en mi corazón; ahí los demonios con sus lanzas picoteando mi cuerpo; ahí las voces destrozando mi cerebro; ahí la Luna con su ejército de ranas dispuesta a matar al enemigo. Y tú, mi fiel compañero, te encuentras ciego porque tu cabeza fue cercenada cuando el viento del oeste te golpeó. Ahí está el resto de la esperanza, pendiendo de un hilo que sostiene la Usurpadora con sus garras.

Pero el fin llega tal como viene el principio. Y el principio nunca deja de ser: soplo el olifante y avanzo hacia el astro mientras se encuentre completo. Y permitiste a tus manos hablar, a tu boca sonreír y a tus ojos amar. También a mis pulmones los dejé aspirar su aire, a mis dedos tocar sus manos y a mi mente confirmar que está enamorada del Brillo Nocturno. Ningún demonio puede detenerme ahora, ni siquiera tú que tanto me atormentas. Si yo intentara detenerte, ¿qué posibilidades tendría de sobrevivir a Ellos que cada vez asedian con más fuerza? Ninguna, me necesitas… y yo a ti. Empero, todavía no sé quién eres.


XLIII
(11-12-06)

Soy el ser que detestas, el que combate cuando tienes miedo, el enfermo que no sana, la Razón en medio de la Locura, o la Locura donde hay entendimiento, la neurona más débil y desgastada.

Soy Vox populi, el Caballo de Troya, el Faro de Alejandría, el Crepúsculo de los Dioses, la Serpiente que roe Ygdrássil, La Caja de Pandora, el Volcán que vigila a su amada, El Guardián de los Muertos, El Infierno de Dante, El Hierro de los Asirios, la Caída de Tenochtitlán,

Soy Dolor, Muerte, Principio, Fin, Imagen, Realidad, Espejo, Despojo.

En mí hay Fuego, Agua, Tierra y Viento por igual. El Sol de la noche y la Luna del día. El Mar de arena, el Desierto de nieve y la Sabana de agua.

Soy tú y soy Nada…


XLIV
(15-12-06)

Tú eres eso y más…

Y, ¿qué soy yo, vacío, materia, energía o recuerdo?

Eres lo que eres, lo que has nacido: El cambio, la Esencia, El Cazador de Sombras.


XLV
(19-12-06)

La impaciencia hace acto de presencia. La lista aumenta para no cometer errores mientras camino en el revés de la Luna. Y la cara pálida sonríe al acercarme y me llama. Sus manos se extienden hacía el mar donde navego, levanta mi nave y la transporta hacia el firmamento. Ahora surco las alturas rumbo al puerto lunar, allí un coro de ranas recibe mi navío.

He vencido a la figura usurpadora, he derrotado al viento del oeste, ya nada puede detenerme, avanzo sin cesar hacia ella guiado por su propio viento. El círculo se va cerrando (V-F-V-T-V-V’-V), no me importa ya la ausencia del agua, ¡porque yo soy agua!, y eso me reconforta.


XLVI
(30-12-06)
Es maravilloso observar cómo cada criatura nace y muere dentro de su propio universo, y tan sorprenderte saber que yo formo parte de todo esos mundos, que los veo, los recorro y los respiro.

En la cima se levantan imponentes castillos y en el suelo ejércitos de verde color se forman cubriendo la tierra cual alfombra en rico palacio. Están las figuras talladas a mano y los cielos terrestres y los puentes de asfalto y las casas de titanes. Pero no está ella y es lo que te hace falta, lo único que necesitas. ¡Deja esa lengua de una vez! Está ella en mi corazón y eso basta, algún día tomará la decisión de acompañarme hasta el fin del mundo donde el mar cae en un abismo interminable.

Ciclo viviente en la coraza de tierra, ciclo partido por toscas manos que lo manejan, ciclo que me devuelve a mi hogar, cerca del de ella…


XLVII
(07-01-07)

Cambio de vida, cambio de año, otro ciclo completado, otro lapso desperdiciado, una única y verdadera soledad que me acompaña en la eternidad de mi memoria. Quince los días que estoy libre de demonios, un enemigo más que he vencido, o al menos controlado. La mente fastidia al que la abandona, por eso nunca debemos permanecer inactivos.

Tanta falta me hace y un par de miradas estremecen mi cuerpo ya no de amor sino de miedo, un temor que surge de sus palabras y sus ojos, y me asfixia. Tal vez nunca pueda vencer a mi destino y permanezca solo para siempre, tal vez no supe interpretar lo que decía e imaginé fantasmas cual niño a media noche; o dejo de combatirme a mí mismo o dejo que la oportunidad se vaya… Pero esta vez no sentí ningún aire, tal vez mañana sí…

XLVIII
(17-01-07)

La falsedad se encuentra en cada uno de nosotros y nos guía ante un mundo lleno de… ¡Humanos!

La veracidad se oculta tras una máscara de hielo que protege a la Locura.

XLIX
(25-01-07)

Se ha terminado la guerra… y perdí. Apenas pude ver el golpe que perforó mi cuerpo y destruyó las dos cosas más valiosas que tenía: mi cerebro y mi corazón. Y tú pensaste que sería sencillo luchar. Es mejor dejar las cosas como están, el viento sopló fuerte, pero el agua allí estará.

Al mejor cazador se le va la presa, ¿o era liebre?

Después de todo, tu compañía no es desagradable, tal vez podamos convivir en armonía. Hacía mucho que esperaba eso de tu parte: una alianza. Puede ser que tan sólo necesite a alguien, aunque eso signifique tenerte a ti. Al fin y al cabo la soledad ha destruido todo, todo excepto a nosotros.

L
(27-01-07)

¡Demonios y más demonios! Tan sólo un par de meses dejaron el campo libre, ni Cortés se empeñó tanto en destruir a los tenochcas. ¿Es que no pueden dejarme descansar un poco? Tan pronto como soy vencido el asedio comienza y la muerte me rodea de nuevo. ¿Es cierto que a mi vida la rodea la tragedia? ¿Es verdad que nací del Dolor y el Sufrimiento? ¿Por qué si soy tan frío e insensible los golpes son tan duros? Eso se debe a tu condición de esclavo, si no te empeñaras en tareas imposibles serías dueño único de la vida y la muerte. Yo no deseo ser dueño, sólo un poco de comprensión. Nací de la Soledad y ha ella me entrego, pero, ¿podría haber una excepción, tan sólo una?

¿Podría soplar… y besarme sólo una vez?
¿Podría... amarme?

1 comentario:

Ana Corvera dijo...

amigooo me da mucho gusto ver cómo este gran plan que tienes, -el de la literatura- se constituye día a día, que no para, felicidades por esa disciplina, un abrazo