18 de enero de 2008

CUENTOS DESEPERADOS

CUENTO VIII


PRIMER ACTO

Dentro de un patio pequeño con bancas en su contorno. Junto a una ventana está una mesa con hojas y dos hombres registran a la gente que hace fila en la mesa, los demás se mueven despistados. Es lunes, la hora novena.

Amigo 1: ¿Ya tienes candidata?
Amigo 2: No, hay demasiada gente. Necesito ver con más calma. ¿Tú ya encontraste a alguien?
Amigo 1: No, todavía no, pero no tardo en hacerlo, jejeje. (Entra Amigo 3).
Amigo 3: ¿Cómo van las cosas?
Amigo 1: Mal, todo es un relajo.
Amigo 2: Yo me voy en media hora, tendrán que encargarse de todo mientras regreso.
Amigo 3: No hay problema... ¿Qué miras Amigo 1? (Amigo 2 mira en la misma dirección que 1).
Amigos 1 y 2: ¿Ya viste a la de suéter blanco? (Risas).
Amigo 1: Está muy guapa (Entra Amigo 4).
Amigo 2: De maravilla…
Amigo 4: ¿De quién hablan?
Amigo 1: Al frente, mitad de la fila, suéter blanco, cabello castaño, ojos divinos...
Amigo 4: ¡Ya!, pues más o menos, he visto mejores. ¿Cómo van?
Amigo 2: Nada más registramos a los que están formados y listo.
Amigo 4: Perfecto, continúen, voy al otro colegio (Sale).

Ya en la tarde, cerca de la hora cuarta después del mediodía, el patio está vacío. Los amigos entran por la izquierda y caminan despacio.

Amigo 1: La de blanco de plano me late, por ahí hay otra guapilla, pero no la supera.
Amigo 2: ¡Es que está...!
Amigo 3: Yo paso, no es de mi tipo. Además yo ando tras otra, ahí se las dejo a ver quién la quiere.
Amigo 2: ¿Un volado?
Amigo 1: No sé, no me gusta actuar como si se tratara de un objeto, si la voy a tratar prefiero que sea en serio, además se ve que es muy “especialita”.
Amigo 2: Si, se ve inalcanzable. Mejor háblale a la otra que dices y yo me busco a alguien más, al fin que creo haber encontrado candidata, jajaja. (Salen por la derecha).


SEGUNDO ACTO

El mismo patio, al mediodía, los cuatro amigos platican. Ya pasó un mes.

Amigo 4: Hay en el otro colegio una chica que me gusta. Quiero hablarle pero no sé cómo. Está muy guapa, “así como pa’l hijo más chiquito de mi a’pá”, o sea yo.
Amigo 1: Nosotros seguimos con la mirada puesta en la de blanco, o al menos yo sí.
Amigo 4: Pues está aceptable, pero me quedo con la que les digo. Es más, voy a darme una vuelta a ver si la veo. ¿Por qué no vienen conmigo para que se las enseñe y me den su opinión?
Amigos 1, 2 y3: Bueno. (Salen, unos minutos después entran).
Amigo 4: ¿A poco no está guapa?
Amigo 2: Sabrosa, sabrosa.
Amigo 1: Aceptable.
Amigo 4: Si yo les dije. Bueno, ya me voy (Sale).
Amigo 3: ¿Qué van a hacer, chicos?
Amigo 1: Yo tengo clase, me vooooyyy… ¡Ahí viene la de suéter blanco, cómo no tengo la hora libre! (Mientras se aleja lanza golpes al aire).
Amigo 3: ¿Y tú?
Amigo 2: Voy a echar la hueva. No tengo nada que hacer.
Amigo 1: (Asomando la cabeza) ¡Oigan!, y si le hablan y luego me la presentan. Ahorita que no hay nadie que los vea.
Amigo 2: Yo no le hablo. Ni siquiera soy el interesado.
Amigo 1: Por mí. Acuérdate que desde cuándo buscamos esta oportunidad.
Amigo 3: Yo me encargo de eso.
Amigo 1: Gracias (Vuelve a irse. Entra Mujer de Blanco por el lado opuesto, se sienta en una banca).
Amigo 3: ¡Observa! (Le dice a Amigo 2, luego va con Mujer de Blanco) Hola amiga, ¿tienes clase?
Mujer de Blanco: Hola. Sí, pero no ha llegado mi maestro.
Amigo 3: ¿Quieres que te lea las cartas?, también leo la mano.
Mujer de Blanco: ¡Ah!... Bueno, si quieres.
Amigo 3: ¿Y cómo te llamas?
Mujer de Blanco: Mujer de Blanco (Se acerca Amigo 2).
Amigo 2: ¿Qué haces, baboso?
Amigo 3: Aquí, leyéndole las cartas a la amiga. Mujer de Blanco, él es Amigo 2, mejor conocido como “solitarius two”.
Mujer de Blanco: Hola, mucho gusto. Bueno, los dejo, ahí viene mi maestro. Los veo después (Sale).
Amigo 2 y 3: Adiós. (Se quedan sentados en la banca. Al rato entra Amigo 1.)
Amigo 2: ¡Ya le hablamos!
Amigo 1: ¿Eh, a quién?
Amigo 2: Blanco, blanco, blanco…
Amigo 1: ¿Ah, sí? ¿Y que tal? (Sus ojos brillan, la respiración se acelera).
Amigo 3: ¡Cálmate! Es buena onda, guapa, rara, sencilla, inteligente.
Amigo 1: Me conviene, ¿cómo ven ustedes?
Amigo 3: Te la dejo.
Amigo 2: Yo también.
Amigo 1: ¿Me la van a presentar?
Amigos 2 y 3: Bueno.

Ya pasaron unos días. Dos amigos se sientan en la banca de siempre.

Amigo 1: ¿Cuándo me la van a presentar?
Amigo 2: Es que me da pena hablarle y ya ves que aquel hombre ya se va a ir.
Amigo 1: Ustedes quedaron. ¿Me vas a decir que ya te arrepentiste?
Amigo 2: Te la presento, pero busca un pretexto para hablarle (Entra Mujer de Blanco y se sienta a leer en una banca).
Amigo 1: ¡Mira, ahí está otra vez! Ve ahora.
Amigo 2: No quiero, me da hueva. No sé qué decirle. Ni modo de llegar y decirle “hola, éste es mi amigo y quería conocerte, se muere por ti”.
Amigo 1: No seas baboso. Te pasas, mejor me presento solo… Valiente amigo. (Se acerca a Mujer de Blanco).
Hola compañera, disculpa que te moleste, sólo quiero preguntarte si te registraste al inicio de curso en la mesa que estaba ubicada aquí en el patio.
Mujer de Blanco: Sí, por qué.
Amigo 1: Lo que pasa es que andamos haciendo una lista de esa gente para verificar nombres, digo, estamos corrigiendo a los anotados. Y como me pareció verte ese día en la fila pensé que estabas registrada. ¿Me dices tu nombre, por favor?
Mujer de Blanco: Pero está muy largo.
Amigo 1: No importa… ¿Mujer de Blanco?, extraño nombre. Yo soy Amigo 1. Bueno, gracias, nos vemos luego (Va con Amigo 2).
Mujer de Blanco: Adiós.
Amigo 1: Ya ves, tanto costaba.
Amigo 2: ¡Eres mi “índiolo”! ¿Y si la invitas el jueves a la junta con los maestros?
Amigo 1: Te pasas, pero es buena idea. Acompáñame al menos. (Van con ella). Oye amiga, perdón que te interrumpa otra vez, pero ahora que checaba las listas me doy cuenta de que has tenido gran participación en los eventos que se han realizado. Entonces te pregunto si te interesaría ayudarnos a organizar los siguientes.
Mujer de Blanco: Pues sí, no tengo inconveniente.
Amigo 1: Entonces te esperamos el jueves a las 5 para una junta, ¿te parece?
Mujer de Blanco: Sí.
Amigo 1 y 2: Bueno, adiós. (Salen)


TERCER ACTO

En un cuarto de salón. La junta ya terminó y la gente va saliendo del lugar. Amigo 3 permanece sentado junto a Mujer de Blanco, Amigos 1 y 2 juntos, Amigo 4, atrás, solo. Ya pasó casi un mes.

Amigo 3: …Entonces me dijo que dejara esas cosas y me acercara a la luz. Así comencé a leer las cartas, aunque al principio me costó trabajo, porque tuve que desarrollar mis habilidades. En cambio hay otros, como Amigo 1, que ya tienen desarrolladas esas habilidades. ¿Verdad?
Amigo 1: Sí.
Mujer de Blanco: ¿Por qué ustedes casi no hablan? (Se dirige a amigos 1 y 2).
Amigo 1: Porque no tenemos nada que decir por el momento, al menos nada importante.
Mujer de Blanco: Sí, ya me di cuenta, ¿y él? (Señala con la cabeza a Amigo 4)
Amigo 4. Yo sólo espero que éstos me presenten, pero como son mal educados lo haré yo. Soy Amigo 4, estudio en la escuela, soy organizador desde que entré, vivo en otra ciudad que se llama…
Mujer de Blanco: A ti también te gusta hablar mucho.
Amigo 4: Pues hago lo que puedo, de lo contrario todo sería aburrido, como con éstos dos… ¿Desde cuándo se hablan?
Mujer de Blanco: Ya tiene varios días. Ellos me invitaron a las juntas.
Amigo 4: ¿Y te agrada la idea de trabajar con nosotros? Porque hay mucho por hacer y muy poco descanso.
Mujer de Blanco: Mientras no me toque el papeleo burocrático-político para pedir cosas “allá arriba” creo que no hay problema.
Amigo 4: No te preocupes, eso nos toca a nosotros. ¿Verdad, chicos?
Amigos 1, 2 y 3: Sí.
Amigo 3: ¿Qué onda, ya nos vamos?
Amigo 2: Como quieran.
Mujer de Blanco: Pues sí, ya es tarde.
Amigo 1: Entonces partamos (Salen).


CUARTO ACTO

En el patio del colegio, casi es mediodía. Están los tres amigos. Ya pasaron varias semanas.

Amigo 1: Después de todo, Mujer de Blanco resultó ser mejor de lo que esperábamos. Definitivamente me conviene, quiero decir, tiene todas las características y requisitos que pido en una mujer. ¡Ay, de veras me encanta!
Amigo 2: Tú sí que andas mal. Si ella te escuchara ya te habría golpeado por payaso.
Amigo 1: Me fascina…
Amigo 2: Estás loco…
Amigo 1: Por ella.
Amigo 3: ¡Ay, sí! Por ella (Entra Amigo 4).
Amigo 4: ¿Qué hacen? ¿Cómo va todo?
Amigo 1: Lo mismo de siempre. Las cosas van bien, muy bien, mejor de lo que te imaginas.
Amigo 4: ¿Y eso?
Amigos 1 y 2: La chica de blanco es buenísima.
Amigo 1: Se toma todo el trabajo en serio, como debe ser. Es responsable y… ¿ya viste quién viene?
Amigo 4: Sí, ya me di cuenta.
Amigo 2: ¿Cómo va ese “proyecto”?
Amigo 4: Más o menos.
Amigo 1: ¿Sabías que es amiga de Mujer de Blanco?
Amigo 4: Algo por el estilo.
Amigo 3: Hay que decirle que te la presente. (Entra la amiga de Mujer de Blanco y pasa frente a ellos, sale por el otro lado. Amigo 4 la sigue con la mirada).
Amigo 4: Pues, sí. Pero mejor me quedo en casa. Ya tengo nueva candidata, y es mucho mejor.
Amigo 1: ¿Ah, sí? (Amigo 1 mira inquisitoriamente a Amigo 4).
Amigo 4: Sí (Devuelve la mirada, hay malicia en sus ojos). Voy a clases, los veo luego (Sale).
Amigo 1: Ese comentario no me gustó nada.
Amigo 2: A mí tampoco, creo que ya sé a quién se refiere. (Se van).

Otro día, en la tarde, en la misma banca. Amigos 1 y 2 hablan.

Amigo 2: Sí, teníamos razón.
Amigo 1: A eso se le llama traición. Él sabe que yo… de ella.
Amigo 2: Sí, pero ya lo conoces: es un desgraciado. Va a haber problemas.
Amigo 1: Mira, si por mí fuera le dejaría libre el camino porque es mi amigo, pero como sé que sus intenciones no son buenas, pues habrá que competir ¡Competir!, que fea palabra… A ver con quién se queda ella. Odio estas cosas.
Amigo 2: No crees que ella sabe defenderse sola.
Amigo 1: Sí, puede hacerlo… pero él… Ella no lo conoce bien.

En una banca del otro colegio

Amiga: Dicen que uno de tus compañeros quiere conmigo. Uno que tiene cargo de no sé qué.
Mujer de Blanco: Sí, ya me imagino quién. Pero yo tengo otras sospechas al respecto.
Amiga: ¿Tiene que ver contigo y los chicos esos, verdad?
Mujer de Blanco: Sí.
Amiga: ¿Y a ti te gusta uno de ellos, o alguien de tu colegio?
Mujer de Blanco: Por qué lo preguntas… No, nadie, ya mi corazón se lo ganó alguien más que vive por mi casa.
Amiga: ¿Y que dice él?
Mujer de Blanco: No sé, no le he preguntado “¿Oye, te gusto?”. Ni que fuera quién.
Amiga: Entonces no te quedarás con ninguno de tu escuela de ser ciertas tus sospechas.
Mujer de Blanco: No.
Amiga: ¿Ni con el otro, el que te habló primero?
Mujer de Blanco: (En su mente se pregunta ¿Amigo 1?) No sé, tal vez. Mmmm… quién sabe. Necesito pensarlo bien.

¿CÓMO SE LLAMÓ LA OBRA?:

¡AY, LAS MUJERES!

Se cierra el telón.

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