29 de julio de 2006

CRÓNICAS TOLUQUEÑAS

I

No soy un hombre preocupado por el mundo,
soy una persona temerosa de su sociedad.
Al momento no conozco a otro como yo,
en realidad apenas entiendo mi interior,
sin embargo, confío en la mente que me guía,
que me deja sentir la esencia máxima del universo.

El Tiempo me descubre los caminos,
yo no puedo seguir todos,
menos traspasar sus umbrales:
mejor sería permanecer parado.
Pero la Fuerza que me impulsa,
la que me hace continuar,
aquella invisible sensación de avanzar,
me lleva sin rumbo:
me hace cruzar el campo desnudo.

No soy un hombre preocupado por los suyos,
soy una persona egoísta
que intenta abrir su propia puerta…
aunque después otros salgan por ella sin dificultades.

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